El infierno de Val Kilmer: cuando Cher lo encontró sobre un charco de sangre

Como el propio Val Kilmer explicó en las memorias que publicó en 2020, Soy tu Huckleberry: «Tom era Maverick, pero su némesis era Iceman. Iban tan juntos como la sal y la pimienta». Hablamos, por supuesto, de Top Gun, la inolvidable película que Tom Cruise protagonizó con tan solo 23 años y cuya cantidad de fans supuso que, más de veinte años después, se plantease la idea de llevar a cabo una secuela. Teniendo en cuenta las palabras de Kilmer, no se entendería continuar la historia sin la presencia de sus dos actores principales. Sin embargo, cuando se comenzó a plantear el proyecto, a principios de 2015, Val Kilmer se encontraba al comienzo de una batalla devastadora contra un cáncer de garganta.

Después de someterse a una traqueotomía y un duro tratamiento que terminaría con el tumor, perdió la voz, teniendo una fina ronquera e, incluso, problemas para respirar, algo que explica su escasa participación en la película. De hecho, se utilizó en postproducción tecnología de voz artificial que le dio la capacidad de hablar en sus escenas.

Sin embargo, como él mismo manifestó: a pesar de los efectos secundarios de su cura, al menos estaba vivo. Y todo gracias a Cher. Las dos estrellas hollywoodenses vivieron un apasionado romance a principio de los años ochenta y cuarenta años después volvieron a convivir, cuando el actor se encontraba en plena lucha contra la enfermedad.

«Si me llama, no me importa dónde estoy ni qué es lo que estoy haciendo, dejo todo y voy con él», expresó la actriz y cantante el año pasado en una entrevista. Y, en cierto modo, eso fue lo que ocurrió cuando el actor fue diagnosticado con cáncer de garganta.

A principio de los años ochenta, eran considerados la pareja más importante de Hollywood. Y no era para menos. Los dos se encontraban en puntos álgidos de su carrera. Durante esos años, Cher había trasladado su talento al cine y la pantalla grande la recibió con los brazos abiertos. Así, se sucedieron éxitos como Hechizo de luna. Kilmer, en tanto, venía de protagonizar la comedia Top Secret y era uno de los galanes más codiciados.

El encuentro se produjo durante un cumpleaños de la diva, y la química entre ellos fue tan inesperada como potente. «Pensé que mi cabeza saldría disparada de mi cuerpo. Tuve que recuperar el aliento», recordaría la actriz, al rememorar el primer beso entre ambos. Cher le contó a People que la relación no funcionó porque ambos eran «machos alfa». «Pasamos momentos increíbles y luego aguantamos algunos momentos que no lo eran», apuntó, al tiempo que agregó que los dos eran «individuos» independientes y que ninguno estaba dispuesto a renunciar a su libertad.

Sin embargo, Cher reconoció que no tiene muy claro cómo lograron mantener el contacto, tras cuarenta años de haberse separado como pareja. «Él es distinto a todos. Es exasperante e histérico. Emocionante y divertido». Además, indicó que Kilmer fue muy «bueno» con sus dos hijos, Chaz y Elijah, fruto de sus matrimonios con Sonny Bono y Gregg Allman, además de enumerar sus incontables virtudes.

Mientras enfrentaba el tratamiento y veía cómo sus cuentas bancarias se iban vaciando vertiginosamente, reapareció Cher para acogerle en su casa durante todo el tratamiento. «Una noche, de repente, desperté vomitando sangre que cubrió la cama como si se tratara de una escena de El Padrino», ha publicado la revista People.

El actor la llamó y cuando llegó el médico, se dio cuenta de que Cher estaba realizando un escáner del facultativo; luego le dijo que era tan guapo como Gregory Peck. «A pesar de estar cubierto de sangre, conseguí llamarle la atención moviendo mis cejas», cuenta Kilmer, ahora en tono divertido. Kilmer añade que continuaron riéndose a carcajadas hasta que le pusieron una máscara de oxígeno y los sanitarios se centraron en revisar sus signos vitales. Pese a las bromas, «supuse que este era el día de mi muerte». Lo llevaron de urgencia al hospital y le hicieron una traqueotomía de emergencia, pero fue solo el comienzo de una pesadilla que terminó con buenas noticias y su vuelta al cine, sintiéndose «plenamente bendecido» por ello.