El Príncipe Harry y Meghan Markle vuelven a la corte de los Windsor como actores secundarios

El Príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, han vuelto a la escena pública, al menos, por unas horas. La pareja no ha querido faltar a las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina Isabel, que cumple setenta años en el trono. A pesar de que a la pareja se la vio discretamente este jueves en el tradicional Trooping the Colour, no ha sido hasta el viernes cuando han participado en uno de los actos más esperados de esta especial efemérides.

En torno a las 11:30 de la mañana -hora local- varios rostros conocidos tanto de la familia real como de otras esferas de la sociedad británica, se han trasladado hasta la Catedral de San Pablo. El templo ha sido el escogido para el servicio religioso para homenajear el aniversario de la monarca que, sin embargo, no ha podido acudir. El Palacio de Buckingham confirmaba el jueves por la tarde que la soberana se había encontrado algo indispuesta tras estar en el balcón de la que es su residencia en Londres y, por tanto, se ha tomado la decisión de que no esté en San Pablo. No hay que perder de vista que Isabel II, a sus noventa y seis años, tiene considerables problemas de movilidad y el templo no es precisamente de fácil acceso.

A pesar de la ausencia de la monarca, los Duques de Sussex han hecho su esperada reaparición. La pareja ha llegado junta y sonriente a San Pablo, donde se ha percibido un ambiente peculiar. Han sido muchas las personas que les han aplaudido, mientras que tampoco han faltado los abucheos debido a su polémica actitud desde que tomaran la decisión de abandonar la estructura de ‘La Firma’. Aunque la situación era un tanto delicada, tanto Harry como Meghan se han mostrado tranquilos y sonrientes, y no han dejado de compartir miradas y gestos de complicidad.

Para esta cita, la Duquesa ha apostado por un total look en blanco, con vestido-abrigo con cinturón y pequeña capa en la espalda, tocado a juego, zapatos de salón y guantes. Un look que recordaba mucho a los estilismos de su cuñada, Kate Middleton, que ha vestido de amarillo y con un tocado floral.

Es la primera vez que se ve al matrimonio en un acto oficial desde el Día de la Commonwealth de 2020, que supuso el final de su etapa como miembros de la estructura senior de la Corona. Desde entonces, solo se ha visto a Harry en algún compromiso muy puntual, ya que tampoco asistieron al servicio religioso en recuerdo del Duque de Edimburgo.

Se han sentado algo detrás de los duques de Cambridge y del Príncipe Carlos y su esposa. El heredero ha sido el encargado de ejercer como representante de la Reina en esta cita que la monarca, según se ha publicado, ha seguido atentamente desde su residencia.

Pese a las supuestas tensiones de las que se ha hablado tanto en los últimos tiempos, lo cierto es que se ha visto a Harry y Meghan bastante cómodos en el interior de la Catedral. Por el momento no ha trascendido cuánto tiempo permanecerán en Reino Unido, pero sí se sabe que la Reina ya ha podido conocer a su segunda hija, Lilibet Diana, que cumple este sábado un año.