El insólito gesto de Charlene de Mónaco hacia el Príncipe Alberto

Charlene de Mónaco, la princesa triste, nunca ha exhibido sus sentimientos en público. Más allá de que su matrimonio con el Príncipe Alberto haya estado bajo sospecha prácticamente desde el 'sí, quiero', es una mujer fría y distante, incluso con su entorno más cercano. El matrimonio ha viajado a Oslo con sus hijos Jacques y Gabriella, de 7 años, para conmemorar el centenario de la desaparición del príncipe Alberto I. El matrimonio se ha mostrado cómplice y muy unido.

La agenda incluía un almuerzo oficial con los Reyes Harald y Sonia y los príncipes Haakon, Mette-Marit y Marta Luisa, en su finca de verano de Bygdø. Charlene de Mónaco se mostró cercana y natural, subrayando la buena sintonía entre las dos familias reales. Posteriormente asistía por sorpresa a la inauguración de la exposición ‘Navegando el mar de la ciencia’ en el Museo Fram, donde fueron recibidos por Haakon de Noruega. El Príncipe noruego la saludó con un cariñoso beso en la mano.

Pero lo que más ha llamado la atención es el beso en los labios de Charlene y Alberto de Mónaco, frente a la comitiva de bienvenida y la prensa allí presente. Un gesto insólito que hasta ahora no habíamos visto en sus once años de matrimonio.

Vestida completamente de negro, con un traje de chaqueta de Akris, la Princesa se mostró mucho más relajada que en apariciones anteriores. Su aparición no estaba prevista en el museo, pero el matrimonio ha querido mandar un contundente mensaje de unión tras meses de informaciones que apuntaban a su separación, incluso a un contrato millonario que Charlene habría firmado para cumplir con su papel de royal.

Este viaje a Noruega es el primero que hace el matrimonio en muchos años, puesto que el Príncipe Alberto suele asistir a los actos oficiales en solitario, con sus hermanas o incluso sus sobrinos. Pero quizá era el momento perfecto de transmitir esa sintonía tan solos unos días antes de la celebración del 11 aniversario de su boda, el próximo 1 de julio.