La incómoda tregua de los Príncipes de Gales con Harry y Meghan en un paseo de 40 minutos por Windsor
El Príncipe Guillermo tomó la decisión de invitar a su hermano, con el que ha mantenido una relación muy complicada desde el 'Megxit'
La última vez que les vimos caminar juntos se remonta al 9 de marzo de 2020, en la celebración del Día de la Commonwealth. El Príncipe Guillermo y su esposa Catalina coincidían con el Príncipe Harry y Meghan Markle, en un servicio religioso oficiado en la Abadía de Westminster. Era el último acto de los Sussex antes de consumarse el 'Megxit' y la brecha entre hermanos ya resultaba evidente. Este sábado, los dos matrimonios han aparcado sus diferencias para agradecer al pueblo británico las muestras de cariño que han ofrecido a su abuela. Durante 40 minutos y de riguroso luto, caminaron por la puerta principal del castillo de Windsor para ver los centenares de ramos de flores y cartas depositadas como homenaje a Isabel II.
Quizá lo trascendental de este encuentro sea que fue el propio Príncipe Guillermo quien tendió la mano a su hermano al invitarle a participar en este acto, cuando al principio solo estaba planeado que acudiesen los Príncipes de Gales. Meghan Markle protagonizaba su primera aparición en escena tras la muerte de Isabel II y después de conocerse que el Rey Carlos III le pidió a su hijo que no viajase con ella al castillo de Balmoral mientras la Reina agonizaba.
Durante este encuentro de la Familia Real con el pueblo hemos visto una vez más su esfuerzo por mostrarse muy cercanos y atentos con la muchedumbre que aguardaba su llegada. Con toda la delicadeza del mundo, la Princesa de Gales se esmeraba en escuchar a las personas que iba saludando, su marido recogió flores y todo tipo de regalos como un peluche del oso Paddington.
El Príncipe Harry y Meghan Markle mostraron la misma disposición, pero no faltaron caras especialmente serias entre el público cuando la exactriz se disponía a saludar. Una reacción muy diferente a la despertada por el Príncipe Guillermo y la Princesa de Gales, completamente reverenciados.
Imágenes que enlazan con las que veíamos ayer del Rey Carlos III prestándose incluso a recibir el beso de una espontánea. Incluso este sábado cuando abandonaba el palacio de Buckingham ha detenido su coche en medio de Pall Mall para saludar a las personas allí congregadas. La Familia Real está haciendo un esfuerzo ingente para devolver a su pueblo el cariño que los británicos brindaron a Isabel II. También son conscientes de que ese es el camino para que luego no haya sorpresas en las encuestas de popularidad que siempre respaldaron a la fallecida Reina.
Los tres hijos menores de Isabel II, los Príncipes Ana, Eduardo y Andrés, abandonaron su encierro en el castillo de Balmoral para sumarse a ese gesto de agradecimiento con la calle y asistir a un emotivo tributo en la iglesia de Crathie Kirk. El denostado Príncipe Andrés y sus hijas Beatriz y Eugenia de York acapararon el foco y no pudieron evitar las lágrimas en público.