Esta es la fortuna de Rishi Sunak, un primer ministro más rico que el Rey Carlos III

Una vez que Rishi Sunak ha sido elegido como primer ministro de Reino Unido, podemos decir que por primera vez en la historia del país la fortuna del jefe de gobierno superará a la del Rey. Junto a su esposa Akshata Murty, su riqueza se cifra en unos 850 millones de euros, aproximadamente el doble de lo que se atribuye a Carlos III y la Reina Camila (unos 400 millones).

Nieto de inmigrantes indios, procedentes de Punjab, Rishi Sunak nació en Southampton, al sur de Inglaterra, hace 42 años. Con muy buena cabeza para los números y olfato para el negocio, hizo caja trabajando para Goldman Sachs y varios fondos de inversión, pero el grueso de su fortuna lo aportó su esposa, hija de un multimillonario indio cofundador de Infosys, un gigante del software. En su etapa como ministro de Economía, se desató la tormenta al conocerse que su mujer no estaba domiciliada fiscalmente en Gran Bretaña para pagar menos impuestos.

De 1,69 metros de estatura y melena azabache engominada, Sunak se pasea con mocasines de Prada de 500 euros y trajes a medida que alcanzan los 5.000 euros. A muchos les escuece esa ostentación, con la inflación del país en su nivel más alto en los últimos 40 años y la factura del gas y la luz disparada. Tampoco le importa confesar alguna excentricidad como que se gastó 200 euros en una taza inteligente para mantener la bebida a la temperatura deseada.

A principios de este año, Sunak se convirtió en el primer político de primera línea en ser incluido en la Lista de Ricos del Sunday Times, ocupando el puesto 222. Una notoriedad que no ha condicionado su candidatura a liderar el Partido Conservador tras el catastrófico mandato de Liz Truss.

Junto a su esposa y sus dos hijas, Krishna y Anoushka, reside en una fabulosa mansión de cinco dormitorios y cuatro baños en Kensington, al oeste de Londres, valorada en 8 millones de euros.

Los fines de semana se retira a una casa georgiana, tipo Downton Abbey, en el pintoresco pueblo de Kirby Sigston, en North Yorkshire. En 2015, desembolsaron por ella 1,72 millones de euros y ahora se ha revalorizado, hasta más de 2,3 millones. La propiedad dispone de una estupenda piscina climatizada de 12 por 5 metros, que estos días se ha convertido en la comidilla de la prensa inglesa. Los articulistas analizan lo que cuesta calentarla en plena crisis de los precios de la energía: 16.000 euros al año, casi seis veces la factura energética de una familia media.

En su cartera de propiedades, valorada en 17 millones de euros, figuran además un apartamento en Old Brompton Road, en South Kensington, para las visitas de familiares y una casa en la playa de Santa Mónica (California), con unas vistas impresionantes de las montañas y donde «te despiertas con el sonido de las olas rompiendo en la orilla».

¿Es demasiado rico para comprender las luchas diarias de la gente de a pie?, se pregunta The Guardian. Ashley Blakely, coordinadora de la Asamblea Popular de Darlington, asegura que le molestaba que Sunak tuviera «tanto dinero para gastar en calentar su piscina y hacer fiestas cuando hay madres solteras, jubilados y familias trabajadoras que se congelarán este invierno».

Carmel Carrick, quien regenta una tienda de vinos en Northallerton, cerca del distrito electoral de Sunak, no comparte este visión. Aseguraba a The Guardian que debería ser el próximo primer ministro. Le define como «un tipo encantador» que ha hecho mucho por la gente y las empresas locales. Consultada por su riqueza, asegura: «En este mundo hay gente con dinero y gente sin dinero. No puedes reprochárselo, pero puedes pedirle que dirija un gobierno que cuide a la gente».