El significado del broche que ha recuperado la Princesa de Gales con guiño a Lady Di
La Princesa Catalina ha presidido el recibimiento oficial para el presidente de Sudáfrica
Este martes 22 de noviembre ha sido un día importante para la Familia Real británica. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, y su esposa, Tshepo Motsepe han viajado a Reino Unido, donde han sido recibidos el Rey Carlos III. Sin embargo, no solo el soberano británico ha tenido un importante papel en la que se ha convertido en la primera visita de Estado de este nuevo reinado británico. Los Príncipes de Gales también han tenido cierto protagonismo en la jornada, aunque si bien cabe destacar que quien ha conseguido ser el centro de todas las miradas ha sido Kate Middleton.
La esposa del Príncipe Guillermo lleva horas copando los titulares de las principales cabeceras internacionales y el motivo no se debe al rol que ha desempeñado en su encuentro con el presidente sudafricano en el hotel Corinthia de Londres, ni tampoco a la ropa elegida para la cita, sino al bonito homenaje que ha querido hacer a su suegra a través de un broche y unos pendientes que en su día pertenecieron a ella.
La Princesa de Gales ha decorado un vestido de tipo abrigo en color berenjena con el broche de plumas Princesa de Gales, el cual se ha colocado por primera vez. Además, como guiño a su suegra, ha lucido unos pendientes de perlas y diamantes de Collingwood que Carlos le regaló a Diana en los meses previos a su boda. No obstante, lo que realmente ha dado de qué hablar ha sido el broche por la apasionante historia que esconde.
Se trata de un colgante-broche que forma parte de la colección real y cuyo origen se remonta al año 1863, concretamente a la boda de Eduardo VII y la Princesa Alexandra de Dinamarca. La sociedad Ladies of North Wales quiso obsequiar a la novia con este preciado regalo en el que está plasmado el emblema del Príncipe de Gales, tres plumas de avestruz rodeadas por un pergamino con el lema Ich Dien, que traducido al español significa ‘yo sirvo’.
Es una pieza formada por 18 diamantes de talla redonda y brillante, acentuados con pequeñas esmeraldas y un colgante de esmeralda cabujón desmontable que, después de pertenecer a la Reina María de Teck y a la Reina Isabel, pasó a manos de Diana de Gales en 1981 tras su boda con el entonces Príncipe Carlos. La primera vez que lo llevó fue en 1982 durante un acto institucional en la Royal Opera House, y casualmente ese día lo conjuntó con los mismos pendientes que ha lucido hoy Kate Middleton. Desde entonces, fueron muchas las veces que la comúnmente conocida como Lady Di exhibió este objeto denominado broche de plumas Princesa de Gales, aunque eso sí, la mayoría de las veces como colgante.
Pese a ser una de sus joyas más preciadas, tuvo que desprenderse de ella en el mismo momento en el que se separó del ahora Rey Carlos. Poco antes de tener que devolverla, Diana fue fotografiada con ella durante un recital de piano privado que se celebró en el Royal Festival Hall. Ahora, después de ser llevado por Camilla Parker, aunque solo como broche, ha pasado a manos de Kate Middleton y, teniendo en cuenta que la primera vez que lo ha llevado ha sido tan solo dos meses después de ser nombrada Princesa de Gales, todo apunta a que serán muchas las veces que lo luzca.
Kate ha combinado su vestido de Sean Barret, además de con las joyas anteriormente descritas, con unos zapatos de Gianvito Rossi a tono con el look, con una cartera de mano de Mulberry y con un sombrero redondo del mismo color que el vestido. Todo un acierto que le ha hecho volver a brillar.