Preocupación en el entorno de María Teresa Campos por su estado de salud

Desde que María Teresa Campos dejaba a un lado su trayectoria profesional televisiva, su vida no ha vuelto a ser la misma. A pesar de que ha acudido como invitada a ciertos programas desde entonces, lo cierto es que en los últimos meses sus apariciones en público han sido escasas, por no decir nulas.

En las últimas imágenes que han podido captar de la presentadora, su deterioro físico es más que evidente, dejando un sinfín de rumores sobre su posible empeoramiento de salud, que parece que avanza a pasos agigantados.

Esta mañana saltaban de nuevo las alarmas con la información exclusiva que ha ofrecido Look. El digital ha podido hablar personalmente con fuentes de su entorno y ha desvelado que, las pocas personas que han visto a María Teresa Campos recientemente la han visto «muy malita». Con máxima preocupación han revelado al medio que la comunicadora no come ni se hidrata y que, en consecuencia, su organismo le falla.

Por otro lado, estas mismas fuentes han confesado que apenas habla, porque su deterioro es cada vez mayor; «Cada semana va a peor». Desde luego, unas declaraciones duras por parte del círculo cercano de la que en su día fue presentadora de Qué tiempo tan feliz.

La revista Lecturas anunció que María Teresa Campos había restringido sus visitas y Look ha podido confirmar esta información con las citadas fuentes contactadas en exclusiva. Al parecer, y por decisión propia, la malagueña habría decidido no recibir visitas. Sus hijas han optado por el silencio sobre el estado de salud de su madre, pero reafirmaron que María Teresa Campos no quiere ver a nadie; «No somos sus hijas las que la aislamos. Yo nunca he estado en contra de que nadie vaya a casa de mi madre, quien hace feliz a mi madre hace feliz a toda la familia», exponía Carmen.

A pesar de estas declaraciones, las fuentes consultadas por el digital Look han confesado que «Teresa está sola». «Desde que salió del hospital no ha ido nadie allí a verla», proseguían. Los fines de semana, según este testimonio, son el único momento en el que recibe la visita de sus hijas. El sábado come con una y el domingo con la otra.

Su chófer, Gustavo, al que considera como un hijo más, sigue siendo la persona más cercana a ella en estos duros momentos. En los últimos días, Gustavo ha estado en el centro del foco mediático. Kiko Hernández ha nombrado al chófer como el topo del clan Campos, acusándolo de filtrar información privada de María Teresa sin su consentimiento. El colaborador se sometió a un polígrafo donde salía a la luz que la familia Campos debía nóminas de varios meses a Gustavo. Terelu ha desmentido desde el principio que esto sea cierto, indicando que ha sido ella misma quien ha pagado su sueldo. Por otro lado, Carmen Borrego ha explicado que prefieren mantener a su madre ajena de toda esta polémica, precisamente por su delicado estado de salud, con el fin de ahorrarle un disgusto.