Gente
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, camino al altar: ¿qué papel ha jugado la fe en el perdón?
Tamara Falcó en ¡Hola!: «Iñigo y yo nos casamos el 17 de junio y lo celebramos en el Palacio de El Rincón»
El pasado miércoles amanecíamos con unas de las declaraciones más esperadas de la temporada; Tamara Falcó confirmaba a la revista ¡Hola! la fecha de su boda con Íñigo Onieva: «Iñigo y yo nos casamos el 17 de junio y lo celebraremos en el Palacio de El Rincón». Tras varias semanas separados por la infidelidad por parte del empresario, la marquesa de Griñón ha decidido dar una segunda oportunidad a su historia de amor, retomando los planes de boda que dejaron aparcados meses atrás.
El lugar escogido para la celebración tiene mucho significado sentimental para la novia. El Palacio de El Rincón fue propiedad en vida del marqués de Griñón hasta sus últimos días y ha sido el lugar elegido por varios miembros del clan para dar el «sí, quiero». La boda del año será de carácter religioso, cumpliendo así con los principios y creencias de la pareja. ¡Hola! también desvelaba que esta segunda petición de matrimonio habría tenido lugar durante su viaje al Polo Norte, donde decidieron asilarse del foco mediático tras salir a la luz su reconciliación.
Esta reconciliación, cocinada a fuego lento, ha estado muy vinculada con la fe y el mundo eclesiástico desde el principio. Su perdón empezó a fraguarse en Nochebuena, durante la misa del gallo tradicional de ese día, pero desde que Tamara puso punto final a su relación sentimental, ambos han seguido compartiendo una pasión común por separado: la fe.
Durante la segunda semana de diciembre, Iñigo dejaba sus compromisos laborales a un lado y se lanzaba a realizar el Camino de Santiago, sumergiéndose en esta experiencia espiritual para intentar que la fe le condujera al camino correcto después de haber perdido a la mujer de su vida. Recorrió 120 kilómetros en apenas 5 días. Este esfuerzo es posible que se debiera a cumplir una promesa o bien como penitencia para ser perdonado por sus pecados.
Por su parte, Tamara Falcó también puso tierra de por medio y viajó como voluntaria al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes para introducirse en un viaje completamente dedicado a sus creencias religiosas.
Aunque se le pasó por la cabeza ser monja, lo cierto es que la hija de Isabel Preysler nunca llegó a dar ese gran paso con el mundo eclesiástico. Aun así, siempre que ha tenido problemas a lo largo de su vida, ha encontrado el refugio que busca en la fe. En su ruptura con Onieva, sus creencias han sido su mayor apoyo. De hecho, Jorge Javier Vázquez mantuvo una conversación por teléfono con ella en el directo de Sálvame cuando tenía el corazón roto por esta separación y le explicó que su inquebrantable fe estaba siendo su fiel escudera en esos momentos tan difíciles; «Yo soy muy creyente y creo que todo pasa por algo. Llevo rezando muchísimo».
El sacerdote Josep Maria Quintana será el encargado de conducir la ceremonia del enlace matrimonial de Tamara e Íñigo. Es íntimo amigo de la novia y, según informa El español, él mismo habría dado la bendición a la pareja para poder retomar su relación, dejando a un lado las infidelidades que provocaron que tomaran caminos diferentes.
«Me enseñó que solo vengo por un tiempo, y solo ocupo un lugar pequeño. Y me pidió que sea feliz y viva en paz, que me esfuerce cada día en ser mejor y en compartir mi luz conociendo mi sombra, que disfrute, que ría, que valore, y que él SIEMPRE va a estar en mí. Que, aunque dude y tenga miedo confíe, ya que esa es la fe, confiar en Él a pesar de mí... Se llama Jesús», escribía Tamara en un post de Instagram el domingo de Resurrección del pasado año.