Muere Laura Valenzuela, pionera de la televisión española, a los 92 años

Se apagó su eterna sonrisa, su mirada dulce y su alegría contagiosa. Laura Valenzuela ha fallecido este viernes a los 92 años edad, en el hospital de la Princesa, donde ingresó hace unos días. La presentadora y actriz ha permanecido acompañada hasta el último minuto por su mayor pilar, su hija Lara Dibildos, y el resto de la familia.

Laura Valenzuela emergió como una de las primeras estrellas de la televisión española, aunque aterrizó en el medio por casualidad. Tras trabajar como secretaria y dependienta de tienda, un día su amigo el actor José Luis Ozores le preguntó: «Oye, Laurita, ¿por qué no pruebas a trabajar en eso de la televisión?». Ella respondió, «¿televisión? ¿Y eso qué es?», recordaba en sus entrevistas.

Laura nació en Sevilla en 1931 con el nombre de Rocío Laura Espinosa López-Cepero. Debutó en el cine a mediados de los 50 con la película El pescador de coplas. Le seguirían El Inquilino o La Violetera. En 1956 comenzaron las emisiones de televisión española. En ese arranque, los estudios se encontraban en el paseo de La Habana y Laura coincidió con otros pioneros de la cadena como Blanca Álvarez y Jesús Álvarez. Desempeñaban todo tipo de labores, desde presentar un programa a hacer un anuncio de neveras. Laura Valenzuela afirmó en una ocasión que una tarde acabó barriendo el plató.

Laurita, como la conocían cariñosamente, se coló en los hogares de los españoles más pudientes, puesto que en aquella época muy pocos tenían televisión. Con su naturalidad y espontaneidad, cautivó al productor José Luis Dibildos. Este la fichó y la animó a centrarse en la gran pantalla. Intervino en películas como Las que tienen que servir (1967), Soltera y madre en la vida (1969) y en coproducciones que le permitieron trabajar con artistas como Alain Delon y Sophia Loren.

Regresó a la pequeña pantalla en 1968, con los espacios Contamos contigo y Galas del sábado, que la unió profesionalmente con Joaquín Prat, convirtiéndose en una de las parejas televisivas más recordadas.

Boda con José Luis Dibildos

Su relación profesional con José Luis Dibildos derivó en un noviazgo y posterior matrimonio. «No hubo un flechazo, nos fuimos gustando poco a poco. Era inteligente, culto, honesto, con un estupendo sentido del humor... Hasta sus rarezas me hacían gracia. El caso es que comprendí que me gustaría casarme con un hombre así», recordaba ella. Tras 13 años de relación, el 27 de marzo de 1971 se daban el «sí, quiero» en Illescas, en Toledo. El convite se celebró en el restaurante de José Luis (Solaguren) en el mismo lugar.

La novia se casó embarazada. En septiembre de aquel mismo año, seis meses después del enlace, nacía Lara Paula Dibildos Espinosa. Quisieron ampliar la familia, pero el hermano nunca llegó. «Lo único que necesito para ser absolutamente dichosa es tener otro hijo». La familia vivía en Madrid y reservaba Marbella para las vacaciones y el verano.

Tras su matrimonio, Laura Valenzuela abandonó su carrera profesional por exigencias de su marido. Su regreso dos décadas más tarde se produjo gracias al desembarco de las televisiones privadas. En 1990, fue fichada por Telecinco para conducir el espacio Tele 5 ¿dígame?, junto a Javier Basilio y Paloma Lago. Posteriormente vendrían en la misma cadena, Se acabó la siesta (1992), Date un respiro (1993), Las mañanas de Tele 5 (1993) con José María Íñigo y Mi querida España (1994).

Ese feliz regreso a la pequeña pantalla, se vio empañada en el 92, cuando a su hija Lara, con 21 años, le fue diagnosticado un cáncer de tiroides. Se sometió a un complicado tratamiento y logró superarlo. Lara salía en aquel momento con Rafi Camino. Luego comenzó un noviazgo con el exbaloncestista Fran Murcia, padre de su hijo Fran. Quizá su relación más mediática fue con Álvaro Muñoz Escassi, con quien tuvo otro hijo.

En 2005, el cáncer volvía a golpear a la familia. A Laura Valenzuela la operaron de un cáncer de mama en Houston. Otro momento difícil fue la muerte de su marido, tras sufrir un infarto en 2002.

Laura Valenzuela se retiró hace una década de la vida pública. «Estaba cansada de ir de evento en evento todos los días, porque tenía muchos amigos que la seguían llamando. Como se veía incapaz de aceptar unas invitaciones y rechazar otras, acudía a todos, hasta que un día se plantó y dijo: '¡Se acabó!», declaró su hija a la revista ¡Hola!. Una de las ocasiones en la que pudo ver a la presentadora en público en los últimos años, fue con motivo de la celebración de su 85 cumpleaños.