La Semana Santa de los Reyes Felipe y Letizia

Asistir a la misa del Domingo de Resurrección, en la Catedral de Palma de Mallorca en Semana Santa, ha sido una costumbre desde 1995 de la Familia Real española. Los Reyes Sofía y Juan Carlos I, instauraron la tradición.

La familia; padres, hijos, cónyuges y nietos, escuchaba la misa de Resurrección y aprovechaban para estar unos días juntos en ese «trozo de Paraíso en la tierra» que es Mallorca en palabras del Rey Felipe VI. A raíz de la pandemia, la costumbre parece haber cesado. Llevan tres años que Felipe, Letizia y sus hijas, no acuden al acto religioso. El año pasado la Reina Sofía, que estaba en la isla, no escuchó la misa del día de Resurrección en la Catedral, como era su costumbre, quizás motivada por la ausencia de su hijo y de su nuera. Es posible que la reina no quisiera ocupar ese protagonismo que hasta la fecha había tenido el rey en funciones.

Este año es una incógnita si acudirán o no, tanto si preguntas en el Obispado como en la Casa Real, no dan respuesta. Es cierto que no hay una obligación de veranear oficialmente en Palma (las vacaciones privadas se mantienen en secreto), ni de acudir en Semana Santa a escuchar la misa en la catedral de Palma o a esquiar en Baqueira Beret. Son costumbres heredadas del reinado de Don Juan Carlos. Él las comenzó y es posible, que su hijo y su familia quieran tener las suyas propias.

Dejar de esquiar, ya que es un deporte que sólo practica y disfruta Don Felipe, ha pasado más desapercibido. También el acortar la estancia veraniega en Mallorca, cada año es motivo de estudio y debate, pero no acudir a la misa de Resurrección en Palma es lo que causa, quizás, más extrañeza y especialmente en Palma donde, tanto la reina Sofía, a la que es fácil encontrar paseando por sus calles, como Don Felipe, su presencia en las regatas de vela contribuye al impacto económico, son muy queridos.

Es posible que el recuerdo de aquel desafortunado manotazo, acompañado de la negativa a las fotos que solicitaba la Reina Sofía y el parón de la comitiva en la salida de la Catedral en el año 2018, esté detrás de esta ausencia porque el hecho de que la reina no se persigne en los actos litúrgicos no es un motivo para la ausencia, ni tampoco que, según la Constitución de 1978, España sea un Estado aconfesional.

En la isla hay quien se inclina más por el incidente. Dado que todos los años, cuando llega la fecha, se recuerda el rifirrafe es posible que sea una costumbre que haya entrado en declive para que se vaya olvidando y que la hemeroteca no regrese a la actualidad. Es una lástima que se abandonen las costumbres y los actos privados con relevancia pública en la monarquía, como la asistencia a la misa de Pascua.

Desde 2019 los reyes no han vuelto. Los años 2020 y 2021 estuvo justificada la ausencia por la pandemia. En el 2022 no viajaron a Palma pero el día anterior a la misa de Pascua, se dejaron ver en Madrid con sus hijas visitando el Centro de Refugiados ucranianos en Pozuelo de Alarcón. Al ser un acto privado la Casa Real no informa de si asistirán a misa o no, pero en Mallorca, estos días lo he podido comprobar in situ, se sigue con interés el desenlace.