El motivo por el que Camila será coronada Reina y Felipe de Edimburgo solo fue príncipe
La mujer vilipendiada por la prensa y odiada por los súbditos británicos, durante décadas, se sentará el sábado en un trono junto a Carlos III en la abadía de Westminster
El próximo 6 de mayo, Camila consumará su transición de villana a Reina, con su coronación en la Abadía de Westminster. La mujer vilipendiada por la prensa y odiada por los súbditos británicos, durante dos décadas, será reconocida oficialmente como Reina. Una decisión que la propia Isabel II se encargó de dejar bien atada antes de morir, dando el espaldarazo definitivo a su hijo Carlos III y su esposa.
En Reino Unido las esposas de los reyes británicos siempre se conocen como reinas consortes, mientras que los maridos de las reinas solo son príncipes consortes. En realidad, no hay nada de extraordinario en que Camila se convierta en Reina, aunque su matrimonio nació de una infidelidad y su popularidad se hundió tras la muerte de Lady Di, en el verano de 1997.
Parte de la opinión pública se pregunta por qué asumimos con normalidad la diferencia entre hombres y mujeres, a la hora de adjudicar los títulos y por qué ellos no son reconocidos como reyes consortes. «Se trata de una medida para evitar que los maridos dominaran en exceso a su mujer a nivel político, cuando eran ellas las reinas propietarias. Se evitaba la influencia masculina y también extranjera, porque los ingleses son muy nacionalistas y querían evitar que un príncipe extranjero ejerciera una influencia política excesiva en los intereses del reino», asegura Dativo Salvia, historiador especializado en casas reales, en conversación con El Debate. Cita como ejemplos, los casos de la famosa Reina Victoria, casada con un príncipe alemán, o la Reina Ana Estuardo, con un príncipe de Dinamarca.
Felipe de Edimburgo
El caso más reciente es el de Isabel II y Felipe de Edimburgo. El marido de Isabel II, en el momento de su boda, en 1947, su suegro, Jorge VI, le otorgó el título de Duque de Edimburgo, con tratamiento de Alteza Real. Cinco años después de ser coronada su esposa, él fue elevado a la condición de Príncipe del Reino Unido.
El historiador Ricardo Mateos se pronuncia al respecto. «En los años 50, con la mentalidad de otra época, con un feminismo en otra posición, darle el tratamiento de Rey hubiera sido como pasarlo por delante de ella, o al menos, tener el mismo poder que ella».
José Luis Sampedro Escolar, numerario decano de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, sostiene que «se quería dejar constancia de que las facultades soberanas de la Reina no serían avasalladas por la condición varonil de su marido. Ese mismo criterio se mantuvo con los maridos de las Reinas Juliana y Beatriz de los Países Bajos, los Príncipes Bernardo y Claus, y con el marido de Margarita II de Dinamarca, el Príncipe Enrique».
Respecto a la decisión del Rey Carlos III sobre su mujer, añade: «ha querido demostrar que la primera tendencia de titular a su cónyuge solamente como Duquesa de Cornualles y tratamiento de Alteza Real, situación parecida a la de los primeros tiempos de su suegro, Felipe de Edimburgo, no le parecía pertinente en su reinado, y consiguió que su difunta madre manifestase expresamente su opinión favorable a que Camila fuese coronada como Reina», añade Sampedro Escolar.
Conviene subrayar además que Camila será Reina a secas y no Reina consorte. «Respecto a Camila va a ser una reina más. Los ingleses son muy puntillosos con los títulos. Llamarla Reina consorte era rebajarle un poco el tono y ahora va a ser Reina Camila. Como ella es divorciada, de alguna forma en el imaginario popular la tenían en un estatus por debajo», comenta Ricardo Mateos.
Matices en los títulos
«En Inglaterra tienen cuestiones muy de matiz, de semántica. A Guillermo cuando sea investido, también en una ceremonia medieval, se le conocerá solo como Príncipe de Gales y no como Guillermo, Príncipe de Gales», añade Ricardo Mateos.
La España decimonónica
José Luis Sampedro Escolar considera oportuno echar la vista atrás y repasar los casos de la monarquía en España, en el siglo XIX. «El Protocolo dinástico no es una regla inmutable sino que se adapta flexiblemente a los diferentes momentos históricos por los que atraviesa cada Monarquía. En la España decimonónica, el marido de nuestra Isabel II sí ostentaba la condición de Rey consorte, con tratamiento de Majestad, pero no añadía el numeral Primero (I) tras su nombre de pila, Francisco. Por el contrario, Real Decreto 1368/1987, de 6 de noviembre, sobre títulos, tratamientos y honores de la Familia Real española, dispone: Al consorte de la Reina de España, mientras lo sea o permanezca viudo, corresponderá la Dignidad de Príncipe. Recibirá el tratamiento de Alteza Real. Ello supone, indiscutiblemente, una discriminación negativa para el varón en razón de su género, paradójicamente en una sociedad más evolucionada hacia la igualdad que la de la época del Rey Francisco de Asís».
¿Qué ocurrirá en el caso de España cuando reine la Princesa Leonor? El historiador Dativo Salvia tiene una visión clara. «En Europa hemos copiado a Inglaterra. En España cuando se case Doña Leonor su marido no será rey consorte como dice nuestra tradición, nosotros no hemos tenido príncipes consortes, sino reyes consortes, de Isabel II, de Juana de Castilla. Ahora el marido de Doña Leonor será príncipe consorte».