
La Reina Camila saluda tras su coronación
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La corona le queda pequeña a Camila (y no en sentido figurado)
El 6 de mayo fue un día histórico para Reino Unido, al coronar después de 70 años a unos nuevos Rey y Reina
La coronación de Carlos y Camila de Inglaterra ha dejado momentos para la posteridad que van desde el comentado look de Letizia hasta el papel del Príncipe George acompañando a su abuelo. Sin embargo, algunos de los más significativos tienen que ver con la ceremonia en sí.
Después de la unción privada de Carlos III, el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia Anglicana, ungió a Camila con aceite prensado con aceitunas del Monte de los Olivos, en Jerusalén y especialmente consagrado para el día. Una vez hecho, el arzobispo pasó a colocar la corona en la cabeza de Camila, algo que no ha pasado desapercibido para los medios ingleses. Según el Daily Mail, la Reina Camila tenía una cabeza más grande que la corona, lo que dificultaba su emplazamiento.
El diario británico apunta que durante los meses de preparación para la coronación se produjo la denominada «guerra de las coronas». «El problema es que Camila tiene una cabeza muy grande. Es mucho más grande que la reina fallecida y ha sido una lucha cómica lograr la corona que necesita».
De las siete coronas que la ya Reina de Inglaterra podía elegir la de Isabel II era demasiado pequeña para su cabeza. La del polémico y maldito diamante Koh-I-Noor fue descartada al instante, al igual que la de la Reina Victoria, que no le cubría la cabeza. Al final se optó por la de la Reina María, realizada en 1911, aunque según el Daily Mail, también se llevaron a cabo ensanches y modificaciones.