La prensa británica desvela el secreto de Carlos III y Camila para que su matrimonio funcione
La pareja se casó en 2005 tras una controvertida historia de amor y el pueblo británico terminó por aceptar a Camila, convencidos de que hoy es un gran activo para la Corona
Carlos III divide su tiempo entre su residencia de Clarence House, ubicada en The Mall, y Buckingham Palace, su lugar de trabajo para despachar los asuntos oficiales. Está previsto que en 2027, cuando finalicen las obras de reforma del palacio donde residió su madre, y por lo general todos los reyes, él también se instale allí junto a su mujer Camila. Al principio se mostró reacio porque las 775 habitaciones de Buckingham no encajaban con su espíritu ahorrador y compromiso con el medioambiente.
El matrimonio se casó en 2005 tras una larga y polémica historia de amor, marcada por la infidelidad a Lady Di y el accidente de tráfico que acabó con su vida y convirtió a Camila en la villana del cuento, vilipendiada por la prensa y odiada en la calle. Carlos y Camila siempre se han entendido bien y con el paso del tiempo, ella supo ganarse el cariño de sus hoy súbditos, mostrando un profundo sentido del deber y un saber estar en cada acto oficial. El pueblo británico está convencido de que es un gran activo para la Corona. La mujer sensata y prudente, capaz de apaciguar el carácter algo agrio del Rey, a quien los nervios sobrepasan como en esa ya famosa escena del tintero.
Uno de los motivos por el que su matrimonio funciona es el tiempo y espacio que se han concedido. Según publica la prensa británica, duermen separados desde hace varios años y disponen de tres habitaciones independientes. «Su Alteza Real tiene una habitación con una cama doble, decorada a su gusto, luego Camila tiene su propia habitación con una cama doble, decorada como a ella le gusta. Además, tienen un dormitorio compartido con una cama doble que pueden usar cuando quieran. El arreglo les queda perfecto», declaró una fuente al Daily Mail.
El periódico añade que Carlos III arrastra problemas de espalda graves, derivadas de varias lesiones jugando al polo, y dormir solo le ayuda a descansar mejor. El experto en Casa Real Joshua Rom añade que las habitaciones separadas responden también a la incompatibilidad de horarios, debido a la apretada agenda del Rey, quien a sus 74 años prefiere disfrutar de cierta libertad.
Sin embargo, no es solo en Clarence House donde la pareja aparentemente duerme separada, sino también cuando se desplazan a su casa de campo. La residencia predilecta de Carlos III es Highgrove Mansion, en la campiña de Gloucestershire (suroeste de Inglaterra), donde Camila también tiene su propia habitación allí. Aunque ella prefiere desconectar en Ray Mill, su casa de soltera, en el condado de Wiltshire, escenario de sus encuentros furtivos con el entonces Príncipe Carlos.
Resulta habitual que la realeza descanse en habitaciones separadas. Por ejemplo, el Príncipe Guillermo y su esposa Kate durmieron separados mientras vivían en el Palacio de Kensington, mientras que la Reina Isabel II y el Príncipe Felipe ocupaban incluso alas diferentes de Buckingham.