Así es Lalla Khadija, la hija menos conocida del Rey Mohamed VI
La presencia de Lalla Khadija (llamada en honor a su abuela materna), la segunda hija de Mohamed VI de Marruecos y Lalla Salma, es como encontrar una aguja en un pajar. A sus 17 años, esta joven promete emerger como una figura destacada en el relevo generacional de la familia real marroquí. Su nombre ha resonado en los medios de comunicación, y con justificación: está destinada a desempeñar un papel central, aunque no será heredera del trono debido a la Ley Sálica vigente en Marruecos, que reserva la sucesión a los hombres como su hermano, Mulay Hassan.
A pesar de su relevancia, Lalla Khadija prefiere mantener un perfil bajo, siguiendo el ejemplo de su madre en cuanto a discreción. Desde su nacimiento el 28 de febrero de 2007, la joven ha sido noticia, marcando incluso un hito cuando su padre decidió indultar a 9.000 presos el día en que llegó al mundo. Su presencia pública es escasa pero significativa, y su determinación por pasar desapercibida no ha impedido que su influencia trascienda.
Las apariciones públicas de Lalla son realmente escasas. Sin embargo, el pasado fin de semana, brilló con especial intensidad durante una escapada familiar a Mykonos, Grecia, en compañía de su hermano y su madre. Esta salida ha sido una de los pocos en los que ha sido vista hasta ahora. Se dejó ver paseando por las calles de la isla luciendo un elegante vestido blanco de satén de corte midi, una elección ideal para la temporada estival, con su cabello recogido, fiel a su estilo habitual.
A pesar de su estilo de vida discreto, la joven nunca pasa inadvertida. A través de sus elecciones de moda, la segunda hija del Rey de Marruecos ha demostrado un potencial innegable como futura representante del estilo real, siguiendo el ejemplo de su madre al optar por un look sin velo. Se rumorea que el Rey está contemplando la posibilidad de que suceda a su madre y encarne la imagen de modernidad que ella representaba antes de su separación.
A la edad de 12 años, Lalla Khadija debutó en un acto público representando a la Casa Real en la inauguración de un vivero en el zoológico de Rabat, destacando por su preparación y elegancia. Ataviada con un traje rojo y zapatos negros con un lazo grande y un pequeño tacón, lució su melena recogida en una coleta alta mientras exploraba las instalaciones con confianza y soltura. Ni el rey ni el príncipe la acompañaron en este nuevo paso. Como era de esperar, Lalla Salma, misteriosamente ausente de la vida pública marroquí tras su divorcio del rey, tampoco estuvo presente. Desde temprana edad ha mostrado habilidad en los actos oficiales y ha aprendido a desempeñar su papel como princesa con responsabilidad.
Cada gesto de la joven refleja su exquisita educación, adquirida no solo en los mejores colegios, sino también en su entorno familiar. Consciente de su posición, comenzó a asistir al colegio real dentro del palacio en Rabat desde los cuatro años. Es talentosa en el piano y la guitarra, y domina tres idiomas: español, inglés y francés. Mantiene una estrecha relación con su madre y ha sido un modelo a seguir para su hija, y ambas comparten un notable parecido físico, así como una frondosa melena rizada que presumen con orgullo.