La fiesta que ha reunido a Isabel Preysler y Michelle Obama en Mallorca

La llegada anual de Michelle Obama a Mallorca para disfrutar de unos días junto a sus amigos, el exembajador de Estados Unidos James Costos y su esposo, el interiorista Michael S. Smith, se ha convertido en uno de los eventos más esperados del verano. La semana pasada, Michelle llegó a la isla el jueves por la noche en un vehículo con cristales oscuros, bajo estrictas medidas de seguridad, para participar en una cena privada junto a otros distinguidos invitados. El exclusivo evento tuvo lugar en una villa de lujo situada en la parte rural del pintoresco pueblo de Llubí, donde Michelle se hospeda en la antigua posesión de Vinagrella, histórica propiedad que perteneció a la familia Gómez-Acebo y es una de las fincas más emblemáticas del municipio.

La ex primera dama de los Estados Unidos ha cultivado una estrecha amistad con el matrimonio Costos-Smith, habiendo visitado Mallorca en varias ocasiones para disfrutar de unas vacaciones junto a ellos. En esta ocasión, Michelle ha optado por una escapada en solitario, sin la compañía de su esposo, Barack Obama.

Según informa el periódico Última Hora, en estos días se han celebrado diversas festividades, siendo especialmente destacada la del sábado por la noche, que contó con la presencia de distinguidos invitados como Eric Schmidt, ex CEO de Google, acompañado de su esposa, la influyente empresaria y coleccionista de arte Elaine Wynn, así como Mellody Hobson, presidenta de Starbucks. Según el mismo medio, Isabel Preysler también fue vista en el evento, luciendo un impresionante vestido largo plateado con lentejuelas, que destacaba por sus hombros descubiertos, un elegante recogido y unos largos pendientes que complementaban su atuendo. Los fotógrafos presentes capturaron a la madre de Tamara Falcó disfrutando de una animada conversación con otros invitados. Otra destacada presencia española fue la empresaria Carolina Adriana Herrera, quien acudió acompañada por su pareja, Pedro Noronha, un inversor portugués con quien mantiene una relación desde el año pasado.

Tras la emocionante velada, la mañana del domingo se ofreció un brunch en el exclusivo Cap Vermell Gran Hotel, un auténtico santuario de tranquilidad y bienestar situado en el apacible valle de Canyamel, enmarcado por un entorno privilegiado. El Cap Vermell Breakfast presenta una variada selección de platos internacionales diseñados para deleitar todos los gustos, servidos en la serena terraza junto a la piscina. En este ambiente sereno, se encontraba Michelle, relajadamente sentada con gafas de sol, el cabello semirrecogido, luciendo un elegante top verde de crochet que se integraba armoniosamente con el entorno. En la mesa se podían observar zumos de naranja, tazas de café, agua y copas de vino, creando una auténtica estampa veraniega.

Aunque algunas imágenes han trascendido, según reporta el diario local de Mallorca, se tomaron estrictas medidas para preservar la privacidad de este encuentro exclusivo. El personal contratado recibió instrucciones rigurosas de no portar teléfonos móviles y se mantuvo una confidencialidad absoluta para evitar filtraciones. A pesar de estas precauciones, Michelle Obama es una figura reconocida en los veranos mallorquines y siempre atrae la atención. En visitas previas, ha sido vista explorando los pueblos de la Serra y disfrutando de exquisitas propuestas gastronómicas en distinguidos restaurantes. Su primera visita a la isla ocurrió en 2010, acompañada de su hija Sasha, cuando compartió un almuerzo con los entonces Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, así como con Letizia.