Las manías de Luis Miguel sobre el escenario que lo convierten en el perfecto divo
En su tour 2024 ha dado 15 conciertos en España y en ninguno se ha conseguido fotografiar a Paloma Cuevas
Le he visto dos días seguidos en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid y el día de su fin de gira española en el Festival Starlite de Marbella, donde me indican que vendió las tres mil trescientas localidades del aforo los tres días que cantó en la Costa del Sol. Una entradas, las de Starlite, que comenzaron costando 250 euros y esas mismas acabaron en los 980, según se acercaba el día y aumentaba la demanda. He recopilado una serie de detalles sobre el fenómeno LuisMi, Micky o Luis Miguel, un hombre que no necesita de apellido, con su apodo o el nombre de pila se mueve por el mundo.
Aunque ya lleve 100 conciertos exactamente iguales a su espalda, el cantante mitad mexicano y español, sigue haciendo prueba de sonido en cada show. Te puede gustar más o menos, pero es un profesional riguroso y cabal en la hora y media que dura el espectáculo.
Si el concierto empieza un poco más tarde, no es por culpa de Luis Miguel o de su equipo, es que a lo mejor detectan que hay problemas de movilidad para llegar al recinto del concierto y tienen la gentileza de esperar a que el aforo se complete al máximo. Eso pasó en Madrid y también en Marbella y es la explicación que me dieron y yo les traslado.
Lleva en la mano izquierda una petaca con antena para graduar la orquesta, la sube y la baja según sus necesidades.
Usa un pequeño dron, que sobrevuela el escenario, para enfocar a su publico y a él mismo, tipo selfie. Esto es algo que suele enloquecer a los que aparecen en pantalla junto a su ídolo.
Tiene a cada lado del escenario, dos monitores por donde le va apareciendo la letra de las canciones por si tiene un lapsus o algo le llama la atención y pudiera perder el hilo.
Allí donde llega desmontan el escenario que haya, por estupendo que sea, e instalan el suyo. Aún suenan los aplausos cuando el equipo ya está desmontándolo. Más de doscientas personas tardan día y medio en meterlo en cajas para su traslado.
Diecisiete tráilers transportan por carretera las cajas del escenario del tour LuisMiguel 2024. En Marbella, para los tres días de actuación en Starlite ocuparon tres aparcamientos.
Un avión de carga tiene la misión de cambiar las cajas de continente. Ahora dejan Europa y regresan a América, donde acabará la gira en noviembre en México. Más de un año de conciertos, perfectamente coordinados. No ha hecho ninguna modificación en ninguno, como si de una obra de teatro se tratase.
En el escenario siempre tiene que haber una mesa redonda con un florero con rosas frescas blancas, pañuelos para enjuagarse el sudor y un vaso con un liquido blanquecino, que no es transparente.
En todos los recintos cuentan con equipo de seguridad, pero Luis Miguel lleva el suyo propio y sus propias furgonetas con los cristales oscuros. Sólo le falta la ambulancia que acompaña los séquitos reales.
Paloma Cuevas, en el tour español no ha visto a su novio sentada en la primera fila. Ella ha preferido estar detrás, escondida entre bambalinas. Las que sí se han sentado han sido sus hijas, sus padres y sus incondicionales; Luis Alfonso y María Margarita, que son la familia escogida.
LuisMi se cambia dos veces de ropa. Aparece con su impecable traje oscuro de Tom Ford a medida y cuando entra el mariachi Vargas en el escenario, él se retira y regresa dos canciones después pero ya con camisa nueva y sin chaqueta.
Su equipo calcula que pierde entre dos y tres kilos de peso en cada concierto, entre el calor, lo que suda y se mueve.
No saluda ni al entrar ni tampoco se despide al irse, a cambio da palmas al público con los puños cerrados porque el micrófono y la petaca, que no suelta, le impiden aplaudir.
Será deformación para estar perfecto en la actuación, pero parece que se siente muy cómodo verse así mismo en las pantallas de vídeo que le enfocan. Es como si cantase para él, un detalle muy íntimo.
Y algo que, al menos en España, se ha echado en falta, ha sido un poco de interacción con su público más allá de las dos veces que pide que canten con él con un ¿cómo dicen? o sugiere subir los brazos y ahí es cuando menciona la ciudad en la que se encuentra. Es toda su interacción con sus seguidores.
En su tour 2024 ha dado 15 conciertos en España. Empezó el 28 de junio en la plaza de toros de Córdoba y acabó el 3 de agosto en la Starlite de Marbella. Tanto el comienzo como el final, han sido dos guiños a su novia Paloma Cuevas. Ella es cordobesa y es fiel de la Gala Solidaria Starlite desde que la crearan Antonio Banderas y Sandra García-Sanjuán hace ya quince años.
El tour LuisMiguel2023/2024 comenzó hace un año en Buenos Aires, el 3 de agosto y finalizará, el 24 de noviembre en Toluca, México. En total habrá ofrecido 133 conciertos. 43 en 2023 y 90 en 2024. Todos exactamente iguales, como ocurre en las obras de teatro y de una hora y media de duración. Hay quién quisiera más interacción con su estrella, pero el Sol de México ha decidido nacer igual para todos.