Ortega Cano, tras su susto en el ruedo: «Estoy bien, voy a darme un baño a la playa»

un susto en un plaza de un pueblo de Cuenca que le «pilló de sorpresa» tal y como revela en exclusiva a El Debate mientras viaja hacía el Mediterráneo. «La verdad es que fue una voltereta que me sorprendió mucho, porque yo con el oficio que tengo y tantos años de carrera es difícil que me coja; pero..., así son las cosas», nos explica amablemente por teléfono José Ortega Cano. «No pasó nada», comenta restando importancia al revolcón.

Todavía está algo molesto y toma calmantes para aliviar el dolor, pero como finalmente no pasó nada grave, pues decidió marcharse a la playa unos días.

Festival taurino

Se celebraba un festival taurino por sus 50 años de trayectoria y el maestro -que quiso vestirse de corto y torearlo- vivió un momento complicado delante del animal. El novillo de la ganadería salmantina que pasta en Galleguillos le dio un revolcón que lo dejó en el suelo y la cuadrilla rápidamente le hizo el quite que lo salvó. «Los ganaderos están muy preocupados, pero solo fue un susto que no pasó de un golpe en las costillas por el lado izquierdo; es muy doloroso, pero no estoy en reposo. Voy de camino a la playa, a bañarme», aclara el diestro.

No es es la primera vez que le ocurre, evidentemente pues es una figura del toreo lleno de cornadas, pero el susto no por ello es menos considerable. El pasado mes de mayo, durante su vuelta a los ruedos, el maestro también protagonizó otro momento de nervios similar, delante de otro novillo. Esta es una gira que conmemora su medio siglo en los ruedos y que muy pronto anunciará nuevo cartel con el diestro como protagonista.

El 18 de mayo, Ortega Cano toreó un festival en un pueblo de Segovia que supuso el regreso, tras vestirse por última vez de luces en agosto de 2017 en su plaza querida de San Sebastián de los Reyes - el pueblo donde creció en Madrid- a los toros. El primer cartel de una gira de 6 festejos en la que todavía están cuatro por desvelarse. «Estamos cerrándolos aún », explica Ortega Cano.

«Me hace ilusión torear, y ponerme delante un rato», reconoce con orgullo el diestro, al tiempo que confiesa que pasó miedo. «Hombre, es difícil que a mi me coja a estas alturas, pero puede pasar... y pasó», concluye con humor y satisfecho de su profesión, una profesión que ama y a la que le debe todo.

Con 70 años, camino de 71, el diestro torea porque quiere y puede. Le divierte ponerse delante y está en forma como para manejar los trastos, a pesar de lo que pesan. Su carrera como torero -con muchos momentos de gloria- discurrió entre los años 1980 y los años 1990. Salió a hombros en cuatro ocasiones en Las Ventas de Madrid y tiene grandísimos amigos en el mundo del toro. Anunció que la temporada de 1996 sería la última, aunque se retiró definitivamente en agosto del 2017. Recibió la alternativa en Zaragoza el 12 de noviembre de 1974, siendo su padrino el fallecido José María Manzanares. Cumple así cincuenta años de oficio y de afición, una afición a los toros que es eterna.