Las inversiones de Morata en el ladrillo, en detalle

Con una mente aguda y astuta, Álvaro Morata ha levantado un imperio pujante con varias empresas de alquiler y gestión de activos raíces y ha ganado millones, que llevan a considerarle el nuevo rey del ladrillo. A través de su sociedad Tamora 2011 S.L., creada en 2011, Morata ha consolidado un considerable patrimonio en inmuebles, que incluye desde viviendas hasta locales comerciales en zonas exclusivas de Madrid. Actualmente, la sociedad es gestionada de forma conjunta con su mujer, Alice Campello, pese a que están en proceso de separación.

Tamora 2011 tiene bajo su asta de inversión cerca de 6 millones de euros. En este sentido, sus bienes se componen de un loft con plaza de garaje en Sanchinarro valorado en 175.000 euros y un local comercial en la calle María de Molina del elitista Barrio de Salamanca, valorado en casi 3 millones de euros. Igualmente, posee un chalet en Los Lagos, Pozuelo de Alarcón, valorado en 1,64 millones y un local en el Monasterio de El Escorial, de 827.000 euros. También se ve un local denominado «Ricardo Soriano» que apenas supera los 465.000 euros.

Además de Tamora 2011, Morata también opera a través de su filial Tamora Housing Investment S.L., la cual gestiona dos importantes propiedades: una vivienda con garaje en Sanchinarro valorada en 520.000 euros y una casa en Hoyo 10, cerca de La Moraleja, con un valor estimado de 600.000 euros. En total, Morata tendría cerca de 7 millones de euros en inmuebles, según los datos financieros de 2020 y 2021.

Las cuentas de ambas sociedades revelan que registraron ingresos conjuntos de 389.000 euros y un beneficio de más de 88.000 euros durante ese periodo. Pese a su separación de Alice Campello, ambos siguen vinculados en estas sociedades, y se espera que en el proceso de divorcio definan el futuro de sus inversiones conjuntas.

Otras inversiones

Morata no ha limitado su visión empresarial al sector inmobiliario. Uno de sus movimientos más comentados en el mundo de los negocios fue su participación en Manolo Bakes, la empresa que fabrica los populares cruasanes «manolitos». A principios de 2024, el fondo de inversión VGO compró el 49,9% de las acciones de la compañía, incluyendo parte de las participaciones que Morata tenía junto a su socio, Pablo Nuño. La operación, valorada en 5,5 millones de euros, permitió al fondo convertirse en el principal accionista, mientras que Álvaro mantiene un control del 30,7% de la empresa.

Otro sector en el que Morata ha incursionado es el tecnológico. El futbolista ha invertido en la startup Golf Game Book, una aplicación que conecta a golfistas de todo el mundo y les permite compartir sus resultados, fotos y vídeos de sus partidas. Morata, amante del golf desde hace años, participó en una ronda de inversión de 2,5 millones de euros para impulsar la expansión internacional de la plataforma, que ya cuenta con 1,5 millones de usuarios en más de 100 países.

El interés de Morata por el golf no es casualidad. En España, el sector movió cerca de 16.000 millones de euros en 2022, según un estudio sobre el impacto económico del golf. Esto demuestra la visión estratégica de Morata al diversificar sus inversiones en un sector en pleno crecimiento.

Separación

En agosto de 2024, Álvaro Morata y Alice Campello tomaron la decisión de poner fin a su matrimonio después de siete años casados y una relación de ocho años en total. La noticia sorprendió a muchos, ya que recientemente la pareja había celebrado su aniversario el 17 de junio. A pesar de la dificultad de la separación, ahora deben hacer frente al desafío de reorganizar sus vidas tanto a nivel personal como económico.

Uno de los temas clave será establecer la custodia de sus cuatro hijos, así como redistribuir el considerable patrimonio que ambos han acumulado a lo largo de su relación. Entre las propiedades más destacadas se encuentra la mansión en La Finca que había sido el hogar familiar, la cual podría ser vendida tras el reciente traspaso de Morata al AC Milan, y el traslado de Alice a Italia junto a los niños.

Morata y Campello habían disfrutado de un estilo de vida lujoso, con frecuentes viajes y propiedades de alto valor, algo que había sido visible para los millones de seguidores de Alice en Instagram, donde comparte parte de su vida familiar. Sin embargo, con su separación, queda por ver cómo se gestionará el futuro de estas inversiones conjuntas y la organización de sus vidas en países diferentes.