La Infanta Elena toma el relevo de su madre en 'El Rastrillo'

Es la Infanta Elena quien lo inauguró este año. Porque su madre la Reina Sofía, que es quien solía hacerlo, no podía acudir a las doce del mediodía por no estar en Madrid. La Infanta le toma el relevo a la Reina porque la familia del Rey siempre ha estado apoyando los fines sociales de Nuevo Futuro.

Ya lo decía doña Pilar «no se por qué dicen que es el rastrillo de las marquesas, si ya no quedan». La hermana mayor del Rey Juan Carlos I, genio y figura, decidió echarse a sus espaldas la responsabilidad de sacar adelante este mercadillo de objetos y gastronomía, con el que se recauda dinero para mantener pisos tutelados para menores de edad.

La labor de esta asociación sin ánimo de lucro es muy relevante, de ahí que el alcalde de Madrid, conociendo sus proyectos y dificultades, haya ofrecido gratuitamente y por segundo año, las instalaciones municipales para llevar a cabo este evento, que estará abierto hasta el próximo domingo, entre las once y las diez de la noche.

Con su prima

La Infanta Elena comparte protagonismo con su prima Simoneta, que ha tomado el relevo de la infanta Pilar. Almuerzan juntas en el restaurante Puerta del Sol, que es el único que este año estará disponible en el Rastrillo para almorzar. Los bares Cibeles y el Chotis, son más informales para picar algo.

En total son 30 puestos de lo más diverso, como el de Margarita Vargas, el de Simoneta Gómez- Acebo, el de Laura Ponte o el de Portugal con sus estupendas vajillas y ropa de casa. La entrada cuesta seis euros y los niños no pagan. Ocupan toda la galería del patio del palacio de Cibeles. No habrá flamenco, ni actuaciones porque el espacio no lo permite, pero sí mucha animación.

Doña Sofía

Doña Sofía pasará la mañana de este viernes recorriendo los diferentes puestos, y comprando regalitos de Navidad. Ya me lo decía doña Pilar «mi cuñada es muy comprona». Luego, disfrutará del menú preparado por El Cuenco de Pepa, ya saben: sin carne, en un almuerzo organizado por su sobrina Simoneta y para seis comensales, entre las que estará, Teresa Urquijo, la mujer del alcalde, como deferencia al lugar que les han cedido gratuitamente y por ser también familia.

Por su parte, la Infanta Margarita, que no se pierde el Rastrillo, nunca avisa que va, pero siempre aparece y le gusta jugar a la tómbola y a la rifa, aunque este año se tendrá que conformar con comprar Lotería de Navidad porque no hay ni tómbola ni rifa, pero sí libros con autores firmándolos; Julia Navarro, José María Zabala o Enrique Rojas, entre otros.

Ya no quedan marquesas pero sí un recuerdo a la mujer que fue el motor de esta iniciativa altruista, como bien dice la presidenta de Nuevo Futuro, Pina Sánchez-Errázuriz: «Echo de menos todos los días a doña Pilar, ella era el alma del Rastrillo. Una mujer inteligente, y humilde» a lo que yo añado, porque la Infanta me lo decía, que preparaba «unos excelentes gin tonic».