Ingrid y Mette Marit de Noruega: sonrientes y unidas tras los escándalos de Marius Borg

Ingrid es la heredera de su padre, el Príncipe heredero de Noruega. A sus 20 años, reaparece este viernes en público tras un paréntesis en su formación militar, acompañando a su madre, la Princesa Mette-Marit, durante una visita a un hospital infantil. La sombra de Marius Borg acusado de violación planea sobre cualquier acto oficial de la familia real noruega.

Ingrid de Noruega es la heredera del heredero, pero es también la hermana de Marius Borg, el hijo que Mette Marit tuvo antes de casarse con el Príncipe Haakon de Noruega. Por tanto, la joven no es ajena a los escándalos que salpican a su hermano mayor. Lejos del ruido generado por el caso de Marius, las dos Princesas han conocido este viernes de cerca la vida de los niños y niñas que debido a sus enfermedades tendrán que celebrar las fiestas navideñas en el hospital. Han posado sonrientes y con estilismos cómodos y favorecedores.

Madre e hija han visitado el Hospital Drammen, coincidiendo con el día de Santa Lucía, un santo que se celebra mucho en los países escandinavos y que marca el arranque de la Navidad.

Ingrid, la heredera del heredero

Ingrid vistió zapatillas de deporte blancas, pantalón azul y un abrigo largo en color burdeos, el color de moda. Su madre muy correcta, con traje azul marino y camisa rosa y botines.

Fueron recibidas por un grupo de niñas que celebraban el día de Santa Lucía que cada 13 de diciembre se festeja mucho en los países nórdicos. Su reaparición ha causado mucha expectación por el caso de Marius Borg, a quien dicen que está muy unida. En estos momentos, la joven herdera asisite al campamento militar de Skjold, donde presta su servicio en el Batallón de Ingenieros de la Brigada Norte. Un campamento que recientemente visitó por sorpresa su madre. Además de estar con su hija Ingrid, la Princesa heredera dicen que quiso en esa visita descubrir también cómo se trabaja en el Ejército para fortalecer la salud mental de sus miembros.

Caso Marius

Las cosas no marchan bien en la monarquía noruega ultimamente. Mette Marit está delicada de salud por sus problemas de fibrosis pulmonar, además de sufrir mucho por los contratiempos causados por su hijo Marius. Hace dos días acudió con su marido, Haakon y con los Reyes Harald y Sonia, a la entrega del premio Nobel de la Paz 2024 que cada año se entrega en el Ayuntamiento de Oslo. Estuvo muy sonriente también.

Una cita en oficial salpicada por las preocupaciones familiares. Marius Borg permaneció a finales de noviembre una semana en prisión preventiva incomunicado, después de ser detenido por tercera vez en tres meses y ser acusado de dos cargos de violación. Quedó en libertad y la policía no solicitó una prórroga porque consideraron que no existía peligro de que destruya pruebas.

Marius está acusado de maltratar a tres de sus exnovias, y de varios incumplimientos de una orden de alejamiento. Pero lo más grave, son dos acusaciones de violaciones. El hijo de la Princesa Mette-Marit ha admitido sólo alguno de los cargos. Ha sido ingresado en un centro para curarse de sus adicciones en Londres, del que dicen que se ha escapado. Un asunto delicado que emborrona la sonrisa de su madre y su hermana, sin duda en estas fiestas navideñas.