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José Bono celebra sus 74 años estrenando mansión en Tánger
Además de un suculento impulso económico en su imperio inmobiliario
Este 14 de diciembre, José Bono cumple 74 años. Desde joven, mostró un fuerte compromiso con la justicia social, aunque su camino no fue el esperado. Tras la pérdida de su madre a los 15 años, el joven Pepito, como lo llaman sus amigos, soñó con ser sacerdote, pero su destino lo llevó a estudiar Derecho y entrar en la política. Tras incorporarse al bufete de Enrique Tierno Galván, donde coincidió con figuras como Manuela Carmena y Cristina Almeida, la matanza de Atocha en 1977 fue el giro que lo impulsó a involucrarse activamente en la política. Así, Bono se consolidó como una figura clave del PSOE.
En lo personal, el expresidente de Castilla-La Mancha y expresidente del Congreso, vivió uno de los momentos más felices de su vida en 1980, cuando se casó con Ana Rodríguez, una mujer guatemalteca con la que tuvo cuatro hijos: Amelia, Ana, José y Sofía. A pesar de su separación en 2010, su relación ha permanecido sólida, y él ha reconocido en varias ocasiones lo fundamental que fue Ana para su vida. En el programa Lazos de Sangre, Bono comentó que Ana fue «mi compañera, mi amante, mi mujer y mi apoyo», una declaración que refleja la profundidad de su vínculo, más allá de los años de separación.
Uno de los giros más sorprendentes en la vida del exministro socialista es su capacidad para cambiar de opinión con una rapidez asombrosa, especialmente cuando se trata de su relación con Marruecos. En 2010, el entonces presidente del Congreso no dudaba en criticar abiertamente al país vecino, y las relaciones entre ambos países no eran precisamente de amistad. Bono, en ese momento, rechazaba por completo calificar a Marruecos como «amigo».
Sin embargo, con el tiempo y el acercamiento entre España y Marruecos bajo el gobierno de Pedro Sánchez, el padre de Amelia Bono ha decidido dar un giro de 180 grados. En sus declaraciones más recientes, el exlíder del PSOE ha afirmado que las relaciones entre ambos países «están en su punto más alto». Dicho de otra manera: lo que antes era un «no me caes bien» ahora se ha transformado en un «somos los mejores amigos», lo que suena más a un «digo una cosa y luego digo otra» que a una postura firme y coherente sobre política exterior.
Y claro, el cambio no termina ahí. Este giro en su postura también se refleja en su relación con Tánger, donde Bono tiene una «residencia». Pero, ojo, no estamos hablando de un simple apartamento; no, lo suyo es una mansión. Claro, porque a Bono le encanta disfrutar de las ventajas de vivir en una ciudad marroquí que se ha convertido en un destino turístico de lujo gracias al impulso del Rey Mohammed VI.
Su negocio inmobiliario
José Bono celebra años, y no cabe duda de que lo hace con una sonrisa, especialmente con el dineral que ha amasado a lo largo de los años. El exministro ha diversificado su fortuna a través de seis sociedades, que acumulan activos por valor de 5,8 millones de euros, según informamos en El Debate.
Entre sus negocios se encuentran una hípica, una inmobiliaria, una consultora, una empresa de energía renovable y hasta un centro informático. La joya de su imperio empresarial es la Hípica de Toledo. A pesar de contar con activos cercanos a los 3 millones de euros en 2018, este negocio no se caracteriza por ser altamente rentable, con un beneficio modesto de apenas 7.000 euros ese año. Bono nunca ha explicado cómo financió la construcción del recinto, que en 2010 fue valorado en 5 millones de euros. Hoy en día, la gestión de este negocio recae en su hijo, José Bono Rodríguez, jinete profesional.
Otra de las empresas destacadas en su portafolio es Ahorros Familiares Saja SL, dedicada a la compraventa de inmuebles. En 2020, la empresa registró ingresos de 387.168 euros y activos por 750.000 euros. La compañía está actualmente bajo la dirección de su hija Ana y su esposa Ana María. En su momento de mayor auge, la sociedad llegó a registrar un capital superior a los 2 millones de euros, y en 2012, justo tras su salida de la política, acumuló más de 1,2 millones de euros en reservas.
Además, Bono dirige otras compañías como Joasa 2012 SL, una consultora que facturó 515.000 euros en 2021, y Viveros 02031924 SL, una sociedad dedicada al alquiler de bienes inmuebles, que a pesar de contar con activos millonarios, no reportó ingresos en 2021. En resumen, ha construido un imperio empresarial con una estrategia diversa, aunque la rentabilidad de algunos de sus negocios sigue siendo un misterio.