La Navidad de un débil Vargas Llosa bajo el sol con su familia
A sus 88 años, el premio Nobel ha cerrado su año más tranquilo en Perú, alejado de la escritura y centrado en su salud
Mario Vargas Llosa recordará el 2024 como el año del sosiego, el de la jubilación, si es que un escritor puede permitirse tal palabra. El año en que se concedió tiempo a sí mismo para leer, caminar y respirar aire puro, acompañado de su familia. Tras publicar su última novela Le dedico a mi silencio, en octubre de 2023, también se despidió del columnismo periodístico en El País y dijo adiós a su fructífera carrera literaria de seis décadas.
Hace justo dos años, que su noviazgo con Isabel Preysler finalizaba y emprendieron un nuevo camino. Ella es feliz y está más radiante que nunca en su nuevo papel de superabuela. Es la «lala» perfecta, a la que los hijos de Ana Boyer, Miguel, Mateo y Martín, adoran. También los de Enrique Iglesias y Chabeli. No necesita a ningún hombre en su vida, pues le sobra el cariño de su familia y sus amigos.
Mario Vargas Llosa, a sus 88 años, regresó a casa. Aunque no se puede decir que haya retomado su matrimonio con Patricia Llosa, sí han vuelto a compartir mucho tiempo juntos, viajando con sus hijos y haciendo planes familiares. El escritor está instalado en Perú, donde ha pasado la Navidad, y no viajó a España ni siquiera para participar en la fiesta de la Cátedra que lleva su nombre y se organiza en la finca El Jaral de La Mira, de Mario Sandoval, en El Escorial. A su edad y con sus achaques no está para un vuelo de 11 horas.
Los rumores sobre el estado de salud del premio Nobel son constantes. Las imágenes nos dejan a un Mario Vargas Llosa, muy debilitado, con problemas de movilidad y los achaques de una persona de su edad. Es su hijo Álvaro, quien se encarga de silenciar polémicas compartiendo fotos para aclarar que se encuentra bien. Este domingo, publicaba una imagen para despedir el año.
Mario Vargas Llosa aparece con un polo gris y una gorra y su hijo con una camisa blanca, frente a una montaña. Luego aparece una imagen desértica y otra del mar. Álvaro sonríe y el escritor aparece con una imagen fatigado. No especifica exactamente en qué parte de Perú se encuentran. Son varios los usuarios los que le han preguntado por dónde están tomadas las imágenes, aunque no han contestado.