Muerte en Tailandia
Nuevo libro sobre Daniel Sancho: habla de intento de compra del juicio y desvela un móvil del crimen desconocido
El libro se llama 'Muerte en Tailandia' y en su portada promete desvelar la verdadera historia de Daniel Sancho y su víctima Edwin Arrieta
El libro escrito por Joaquín Campos en la Esfera de los libros es literalmente una bomba. Reparte guantazos a diestro y siniestro. Tantos que ya hay quien ha anunciado demandas y querellas contra el autor y la editorial. Acusa a Rodolfo Sancho y a Marcos García Montes de dañar la relación entre Daniel Sancho y su madre Silvia Bronchalo.
Es la acusación más leve que hace contra el abogado. Según Campos, García Montes se puso en contacto con Rodolfo y le dijo: «Yo puedo sacar a tu hijo de la cárcel. Conozco a mucha gente en las altas y bajas esferas. Solo quiero que me dejes llevar la estrategia de la defensa. No te cobraré nada». La madre de Daniel se opuso, pero no sirvió de nada. El tiempo le dio la razón a Silvia Bronchalo.
Para el autor del libro: «La elección de García Montes fue un error»; «La chapuza de García Montes y Balfagón fue absoluta»; «Brilló por hacer el ridículo». De hecho, Campos viene a acusar al letrado de hacer el paripé cada vez que subía las escaleras del tribunal porque «jamás vio la sala donde se juzgaba a Daniel». ¿Qué ganaría García Montes llevando un caso sin cobrar? ¿Publicidad gratis en un caso de semejante gravedad para luego seguir haciendo negocio?
Con Carmen Balfagón, abogada y criminóloga, se ceba. De ella asegura que es «chabacana», «Una señora muy basta; alguien si ese poso jurídico que debería ostentar una licenciada en esa carrera». Habla de su titulación en un máster al que «nunca acudió». También de que «puesta a dedo» como directora de la Agencia para la Reinserción y Reeducación del Menor Infrator (ARRMI) en Madrid. «Balfagón es muy de chiringuitos», apunta Campos. «De ahí su facilidad para haber sido la artífice principal del sorprendente blanqueamiento a un asesino confeso».
El libro, además de mandobles por doquier, también para compañeros periodistas, también desvela aspectos desconocidos del caso. Son varios:
- Daniel Sancho, antes de viajar a Tailandia, habría ido a un centro psicológico/psiquiátrico a pedir cita porque «estaba como una cabra», aunque nunca le atendieron.
- El libro asegura que Edwin fue desde Colombia a Ko Samui a ver a Daniel en un viaje relámpago de 24 horas. El autor viene a decir que «iban a cristalizar su relación». Un eufemismo quizá de que Edwin esperaba una proposición de matrimonio ya que quería vivir en Barcelona y abandonar su país.
- Antes de que Edwin Arrieta llegara a la isla, «abrió un perfil de Grindr, una red social donde solo participan hombres y acaban haciendo el acto, y chateó con dos chicos».
4. Campos asegura que antes del crimen, Daniel compró 200 bolsas de basura y 180 metros de papel film trasparente y sugiere que forró la habitación donde se produjo el crimen con ese plástico para no dejar huellas.
5. El autor asegura que Rodolfo Sancho pudo inventarse noticias para engañar a la prensa, como que el fiscal del caso había reconocido que le era muy difícil probar la premeditación del asesinato. Según Campos, el fiscal jamás dijo eso. Una mentira que se divulgó como verdad en todos los medios de comunicación.
6. El libro apunta el móvil del crimen: Arrieta habría entregado a Daniel Sancho más de un millón trescientos mil euros y él se los habría gastado.
7. Silvia Bronchalo se siente culpable de lo que ha hecho su hijo. Tuvo un parto muy duro, «quién sabe si por todo ello no le quedó un daño cerebral a su hijo». También asume que pudo educarlo mal, aunque ella fue la única que le puso límites. Algo que su padre y los abuelos paternos nunca hicieron.
8. Rodolfo Sancho estuvo acompañado por una tal Alice durante todo el juicio. Se vendió que era traductora, pero Campos lo niega y la llama «asesora judicial de Rodolfo Sancho». Al parecer le pidió a Silvia Bronchalo 28.000 euros para que «el trato en la cárcel fuera mejor». Según Campos, Daniel Sancho tuvo trato de favor en la cárcel de Ko Samui.
9. Acusa a la agencia EFE de trato de favor y de ocultar la noticia del crimen hasta que la publicaron otros. También de pasar por alto la frase que la supuesta traductora de Rodolfo Sancho gritó al juez mientras leía la sentencia: «Esa no es la sentencia que tú querías leer». El autor sugiere que se intentó comprar el juicio.
10. El autor apunta a que Rodolfo Sancho habría cobrado alrededor de un millón de euros por el documental de HBO Max y que él ha sido «el único beneficiado» económicamente por el crimen.
11. Daniel sigue creyendo que va a salir pronto.