
Pep Guardiola y Cristina Serra, en Mánchester
La difícil situación de la mujer de Pep Guardiola
Su decisión de separarse parece haber estado estrechamente relacionada con la renovación del contrato de Guardiola con el Manchester City
Cristina Serra, conocida por su discreción y por mantener su vida personal alejada de los medios, se encuentra ahora en el centro de todas las miradas tras su separación de Pep Guardiola, el entrenador del Manchester City. A pesar de haber llevado una vida relativamente alejada de los focos, su relación de más de 30 años con Pep y la decisión de ponerle fin en este momento no ha pasado desapercibida. La pareja tiene tres hijos: María (24), Marius (22) y Valentina (17).
No es un buen momento para ella, especialmente al verse expuesta de esta manera. Cristina siempre ha sido una persona tranquila que ha preferido mantenerse alejada del centro de atención. Sin embargo, el programa Y ahora Sonsoles ha revelado que la pareja está intentando que su divorcio se lleve de la manera más amistosa posible. Según el medio citado, «están estudiando el divorcio con el mismo abogado para los dos y en manos de personas en quienes realmente confían» y su principal objetivo es que el proceso sea lo más cordial posible, priorizando siempre el bienestar de sus tres hijos. Además, aseguraron que «no habrá problema a nivel económico», lo que parece darles algo de tranquilidad en ese aspecto.

Pep Guardiola, con su hija María
A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, la presión mediática ha complicado mucho las cosas. Serra está pasando un mal momento debido a toda la atención que está recibiendo. Como mencionaron en el programa, «está mal por verse en revistas de corazón». Una de las pocas cosas que les ha aliviado un poco es que la razón detrás de la ruptura ha quedado clara: «Están aliviados de que se sepa el motivo de la ruptura y que no hubo terceras personas». Esto ha ayudado a calmar los rumores y especulaciones que suelen surgir cuando una separación tan mediática se hace pública.
A lo largo de los años, Cristina siempre estuvo dispuesta a seguir a Pep en su carrera. La familia se mudó varias veces, acompañándolo en sus destinos profesionales por Italia, Alemania y el Reino Unido. Sin embargo, siempre fue ella quien tuvo que adaptarse a esos cambios, mientras Pep se concentraba en su carrera. En los últimos tiempos, las cosas se complicaron aún más cuando Guardiola renovó su contrato con el Manchester City por dos años más, extendiendo su estancia en Inglaterra hasta 2027. Esta renovación marcó un punto de inflexión para Cristina.En 2019, ya cansada de vivir fuera, la catalana decidió regresar a Barcelona con su hija pequeña, Valentina, para centrarse en sus negocios en el sector de la moda, mientras los otros dos hijos continuaban su vida en el Reino Unido. Este cambio supuso el inicio de un nuevo capítulo para ella, pues después de tantos años de sacrificios, vivir separados empezó a hacer mella en la relación. Aunque la pareja siempre parecía sólida, Cristina no estaba tan feliz como parecía con esa vida dividida.
A diferencia de muchas mujeres de futbolistas, ha logrado construir su propia carrera y mantener una identidad profesional sólida. Antes de que Pep Guardiola se convirtiera en una estrella mundial, su exmujer ya estaba destacando en los medios de comunicación. Comenzó su carrera como modelo y luego dio el salto a la televisión, trabajando como coordinadora de vestuario en el programa Un tomb per la vida de Joaquim Maria Puyal. Su capacidad profesional y su buen hacer en el mundo de la televisión la llevaron a otros proyectos, pero siempre mantuvo un perfil bajo.
A pesar de las exigencias de su vida personal y familiar, Cristina no dejó de lado su faceta empresarial. Actualmente, continúa desarrollando su carrera a través de su empresa Serra Claret , especializada en la venta de ropa y accesorios de lujo. Con esta empresa, ha logrado consolidarse en el mundo de los negocios, mientras maneja este nuevo capítulo de su vida personal.