La editorial que publicó el libro sobre el supuesto delator de Ana Frank se disculpa por los posibles 'errores'
La investigación que duró seis años e inculpó a un notario de delatar a la familia Frank es criticada por varios historiadores y afirman que la investigación está «llena de errores»
Al conocer la historia de Ana Frank es inevitable preguntarse ¿quién traicionó a su familia?, ¿quién dio el soplo a la Gestapo y condenaría a la familia a la muerte en los campos de concentración? El 17 de enero salía a la luz una investigación compuesto por un equipo de historiadores y otros expertos, incluido un ex agente del FBI, sugería que el culpable fue Arnold van den Bergh, notario judío también en peligro de muerte.
La editorial holandesa Ambo Anthos, quien publicó La traición de Ana Frank escrito por la autora canadiense, Rosemary Sullivan y basado en dicha investigación, se ha disculpado ante las gran cantidad de críticas recibidas por un público que considera que las pruebas existentes son demasiado débiles como para llegar a una conclusión tan precisa. Además ha anunciado su decisión de detener la reedición del libro.
El público considera que las pruebas existentes son demasiado débiles como para llegar a una conclusión tan precisa
Esta mañana la editorial ha publicado una carta de disculpas en el que lamentan que la publicación del libro haya causado tal reacción, piden perdón «a cualquiera que se sienta ofendido por el libro» y además, anuncian que al ser conscientes «de que la publicación internacional ha sido rebatida por argumentos que nos tiran por el suelo y que aquí hubiera sido posible una postura más crítica. Estamos esperando las respuestas del equipo de investigación a las preguntas planteadas por la editorial y posponemos la decisión de reimprimir por el momento».
La investigación está llena de errores
Este equipo que pasó seis años utilizando técnicas de investigación modernas, incluida la tecnología de inteligencia artificial, para tratar de resolver esta incógnita, determinó que el culpable era van den Bergh pues este había pasado información sobre los escondites de los refugiados a los nazis para salvarse a sí mismo. Según Vince Pankoke, investigador del FBI, esta teoría tiene una probabilidad de al menos el 85%.
Pero tan pronto como la historia fue publicada en Países Bajos, expertos en historia e investigadores del Holocausto plantearon dudas sobre la historia de Sullivan pues presentaba errores históricos e inexactitudes al igual que evidencias inverosímiles e incompletas.
Varios historiadores y parte del equipo de investigación del caso se han pronunciado sobre el asunto a través de la emisora holandesa NOS. El historiador Bart van der Boom, profesor neerlandés y escritor de un libro sobre el Consejo Judía asegura en la televisión pública que las conclusiones son «difamaciones sin sentido» defendiendo a los miembros del Consejo (entre ellos se encontraba van den Bergh) como «personas respetadas» que no «traicionarían a 500 o 1.000 judíos escondidos» mientras que su compañero, el historiador Bart Wallett ha descrito la teoría como «inestable como un castillo de naipes». Por otro lado, Pieter van Twisk, que forma parte del equipo de investigación, expresó al medio holandés su perplejidad ante la carta de disculpas de la editorial además de asegurar que «el equipo de investigación nunca afirmó haber descubierto la verdad completa».
Hay que tener cuidado con colocar a alguien en la Historia como traidor a Ana Frank si no se tiene prueba concluyente de ello
El analista forense Frans Alkemade aportó al equipo de investigadores un informe que sirvió para determinar el porcentaje de culpabilidad del notario judío. Sin embargo, este porcentaje tomado por probabilidad absoluta, en realidad solo era condicional, pues Alkemade no tenía forma de verificar los datos. El investigador David Barnouw, que ha trabajado personalmente en varias teorías sobre la captura de Ana Frank explica en NOS que «para los historiadores, esta probabilidad del 85 % es bastante ridícula. La historia no es una ciencia espacial».
En este sentido, desde la Casa Museo Ana Frank de Ámsterdam, su director Ronal Leopold ha expresado que a pesar de tener gran importancia, en la investigación «faltan piezas clave del rompecabezas relativas a aspectos cruciales, lo que significa que las conclusiones van demasiado lejos» y advierte que «hay que tener cuidado con colocar a alguien en la Historia como traidor a Ana Frank si no se tiene prueba concluyente de ello».
El libro La traición de Ana Frank está siendo cuidadosamente examinado por los historiadores neerlandeses que han debatido la veracidad de su contenido.