Fundado en 1910
Miguel López de Legazpi, en la revista española La Hormiga de Oro

Miguel López de Legazpi, en la revista española La Hormiga de Oro

El día que murió Miguel López de Legazpi, almirante, explorador español y fundador de la ciudad de Manila

Legazpi, que se caracterizó por sus dotes diplomáticas, pudo convencer al rey cebuano de quiénes eran y su intención pacífica, en absoluto guerrera. De esa manera, Legazpi pudo fundar el 8 de mayo la villa de San Miguel

Descendiente de una familia acostumbrada a asumir cargos en la milicia y en puestos administrativos y municipales, Miguel López de Legazpi nació en la villa guipuzcoana de Zumárraga el 12 de junio de 1502, en los últimos años del reinado de Isabel I de Castilla. Al no tener derecho a herencia, como se decía en aquellos tiempos, su destino era «Iglesia, mar o Casa Real» y decidió buscar su fortuna en el Nuevo Mundo, a donde llegó en 1528, concretamente a tierras mexicanas.

Allí, López de Legazpi desempeñó varios cargos administrativos, como la secretaría del Cabildo del Virreinato de la Nueva España, además de ser alcalde, miembro de la Casa de la Moneda y del Santo Oficio. Tres años después de su llegada, contrajo matrimonio con Isabel Garcés, hermana de fray Julián Garcés, primer obispo de Tlaxcala. El matrimonio tuvo nueve hijos, cuatro hombres y cinco mujeres.

Como miembro de la Inquisición, Miguel López de Legazpi participó en un proceso contra prácticas paganas en el cacicazgo de Tenhuitlán y en otro contra el cacique de Teutalco, acusado de practicar ceremonias de sacrificio a los ídolos del monte de Tonaltepeque. Como premio a su labor en la organización del virreinato, recibió varias mercedes de tierras, aumentando sus propiedades en la capital y en el territorio tarasco de Michoacán.

En 1559 el virrey Luis de Velasco recibió una carta del Rey Felipe II en la que mostraba su interés por organizar una expedición hacia las islas del Poniente, respetando las cláusulas del Tratado de Zaragoza relativas al pacto de cesión de las Islas Molucas a favor de Portugal. En consecuencia, el padre agustino Urdaneta mantuvo que la expedición no debía dirigirse a las Filipinas por estar dentro de la demarcación portuguesa sino a la isla de Nueva Guinea. En esta discusión la Audiencia actuó con gran secretismo para que no llegasen sus deliberaciones a oídos del agustino.

El 1 de septiembre de 1564 los oidores de la misma –verdaderos organizadores del viaje– firmaron una Instrucción en secreto, que se entregaría a Legazpi –nombrado capitán general– al que se ordenó que la abriera una vez que sus barcos se encontrasen a unas cien leguas de la costa.

La flota expedicionaria zarpó de Nueva España el 21 de noviembre de 1564 y, a los cuatro días, Miguel López de Legazpi reunió a los otros mandos en su nao capitana, la San Pedro, y abrió el sobre que contenía las Instrucciones de la Audiencia, en las que se ordenaba —con gran disgusto de Urdaneta— que la ruta debía seguir hasta las Filipinas, llamadas islas de San Lázaro. Esas islas eran conocidas por las autoridades españolas desde 1543, cuando Ruy López de Villalobos había bautizado con el nombre de Filipina a la isla de Leyte, en honor del príncipe Felipe de España, y a la isla de Mindanao, Cesárea Karoli, en honor a su padre Carlos I.

Los conocimientos cartográficos y etnográficos del padre Urdaneta permitieron precisar la situación geográfica

El 26 de enero de 1565, la expedición de Legazpi arribó a las islas Marianas, sospechando que podían ser las Filipinas pero los conocimientos cartográficos y etnográficos del padre Urdaneta permitieron precisar la situación geográfica. Desde allí, la expedición alcanzó la isla de Leyte (Filipinas). Tras ser recibidos por los nativos de Samar, los españoles se dirigieron a otras islas hasta llegar a Cebú, donde fueron confundidos con portugueses, los cuales habían atacado y robado víveres a sus habitantes. Legazpi, que se caracterizó por sus dotes diplomáticas, pudo convencer al rey cebuano de quiénes eran y su intención pacífica, en absoluto guerrera. De esa manera, Legazpi pudo fundar el 8 de mayo la villa de San Miguel.

El 1 de junio de 1565, ordenó zarpar la nao capitana, la San Pedro, al mando de Felipe Salcedo y acompañado por Urdaneta, para que volviera a tierras mexicanas, según órdenes que se recogían en las instrucciones secretas. De esa manera, nació la ruta del Tornaviaje, arribando el buque al puerto de La Navidad el 1 de octubre de 1565, y el día 8 a Acapulco. Era la ruta que seguirían los galeones comerciales de Manila hasta 1815.

Una flota al mando del capitán portugués Gonzalo Pereyra reclamó para su Rey las islas Filipinas. Tras una serie de entrevistas, los barcos lusos se retiraron con la amenaza que volvería otra nueva flota con soldados para forzar el abandono español. Comenzaron a escasear los víveres y Legazpi se trasladó a la isla de Panay donde llegaron refuerzos y nuevos pobladores enviados por el virrey Gastón de Peralta, bajo el mando de Felipe Salcedo. Con nuevas órdenes –entre ellas el permiso para instalar encomiendas– en 1567, Legazpi regresó a Cebú cambiando el nombre de San Miguel por el de Villa del Santísimo Nombre de Jesús. En mayo de 1570 ordenó al maese de campo, Martín de Goity, que se trasladase hasta la isla septentrional, Luzón, y que entablase contactos con los régulos de la bahía de Manila.

Estatua de Legazpi en Ciudad de Cebú, Filipinas

Estatua de Legazpi en Ciudad de Cebú, Filipinas

En el navío San Miguel, cargaron tres piezas de artillería, siendo acompañados por quince «paraos» con población nativa de Cebú y Panay. El 24 de mayo de 1570 Martín logró entrar en el puerto de Cavite adonde Legazpi decidió trasladarse. Pero, al llegar a la isla de Mindoro supo que los nativos tenían bastantes chinos como esclavos. Hizo gestiones para conseguir su libertad a cambio de comprar productos. Los agradecidos chinos, al llegar a su país informaron a las autoridades de lo que les había sucedido y, como muestra de agradecimiento, enviaron a los españoles diez barcos cargados de azúcar, naranjas, porcelanas, lozas, productos farmacéuticos y seda.

Tras una serie de encuentros con los jefes locales, y para evitar una cruel guerra, Legazpi reconoció su autoridad bajo la soberanía del rey de España y el 24 de junio de 1571 fundó la ciudad de Manila. Cuatro días más tarde nombró su primer gobierno municipal, redactando las primeras ordenanzas por las que debería regirse el Cabildo. Un año más tarde, El 20 de agosto de 1572, López de Legazpi falleció de un infarto, ingresando en la larga lista de conquistadores y colonizadores españoles que fundaron un imperio planetario.

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