Cuando Prusia puso en jaque a Napoleón en la batalla de Grossbeeren
Las bajas francesas ascendieron a 20 oficiales sajones, 1.918 soldados; 1.138 franceses, 14 cañones y 52 carros de munición
Durante lo que se conoce como guerras napoleónicas, el 23 de agosto de 1813 tuvo lugar la batalla de Grossbeeren, entre el III Cuerpo prusiano al mando del Friedrich von Büllow von Dennewitz y el VII Cuerpo franco-sajón de Jean Reynier. Grossbeeren se encuentra a 15 kilómetros al suroeste de Berlín, en el estado federado de Brandeburgo.
Friedrich Wilhelm Freiherr von Büllow, conde de Dennewitz (1755-1816), fue un general prusiano que resultó imprescindible dentro de la Sexta coalición contra Napoleón. Ganador en Grossbeeren, Dennewitz, Leipzig, Hoogstraten, Lao y en la campaña de Waterloo. Por su parte Nicolás Charles Oudinot, duque de Reggio (1767-1847), llegó a mariscal de Francia. Se dedicó a la política y al ejército. Se dice que no fue un gran comandante, pero si un gran general de división.
El avance francés a Berlín
Oudinot representaba la belleza de un general de infantería, al ser enérgico, detallista, resuelto y hábil en la batalla como cualquiera de los mariscales de Napoleón. Jean Louis-Ébenezel Reynier (1771-1814) fue un general suizo-francés que sirvió en la Grande Armée bajo la Primera República y el Primer Imperio. Su nombre está inscrito en la columna 24 en el pilar sur del Arco del Triunfo como Reynier.
En mayo de 1813 había tenido lugar la batalla de Bautzen. La idea de Napoleón era echar a los prusianos de la Sexta Coalición, compuesta por el Reino Unido, España, Portugal, Rusia, Prusia, Suecia, Austria, Sajonia, Baviera, Wurtemberg para combatir al Imperio francés de Napoleón y sus aliados. Pues bien, después de la batalla de Bautzen ambas partes decidieron darse una tregua de siete semanas. Aquella tregua debía servir para reorganizarse.
La idea principal de Napoleón era conquistar Berlín. Mientras Napoleón colocaba a su ejército de manera estratégica, para que el enemigo no le sorprendiera, las tropas de la Coalición –ejército austríaco– se reunieron en el suroeste de Alemania.
La nueva ofensiva, la que permitiría conquistar Berlín, se pensó que debía llevarla a cabo el marisca Nicolás Oudinot. El problema es que el mariscal aún no se había recuperado de las heridas sufridas durante la campaña de Rusia. Su idea era rechazar aquel honor, pero no pudo. Napoleón insistió que solo él podía conseguir aquella victoria. Por eso le insistió y aceptó. Con un ejército de 70.000 hombres inició su avance hacia Berlín.
Una coalición contra Napoleón
La Sexta Coalición tenía trazado un plan conocido como Trachenberg. Este consistía en no enfrentarse directamente al ejército de Napoleón, sino que pequeños ejércitos se enfrentarían a sus mariscales en batallas independientes. Esto debilitaría al poderoso Napoleón. Pequeñas batallas podían hacerle mucho más daño que un ataque frontal con todo el ejército. El Plan Trachenberg es obra de Jean-Baptiste Bernadette, antiguo mariscal del ejército francés y, desde 1818 a 1844 rey de Suecia y Noruega, pasando a ser Carlos XIV Juan de Suecia y III de Noruega.
Bernadette, en 1810, fue elegido heredero del Rey Carlos XIII de Suecia. Debido a la enfermedad del viejo rey, este puso en manos de Bernadette el control de los asuntos exteriores y el gobierno. Aquello hizo que rompiera con Francia. En 1813 se unió Suecia a la Sexta Coalición. Lo nombraron comandante en jefe del ejército del norte. Bernadette sabía que la defensa de Berlín era muy complicada. La ciudad no tenía barreras naturales en el sur. También era difícil la retirada, hacia la Pomerania sueca. A pesar de todo ello y, en gran parte, por la insistencia de Prusia, Bernadette empezó a planificar un plan de defensa para proteger Berlín de cualquier ataque del ejército de Napoleón.
¿Qué hizo? Utilizó la red de carreteras locales y el terreno pantanoso para colocar parte de su ejército. Esto por lo que respecta la defensa del norte y sur de la ciudad. El resto del ejército lo situó en las líneas este y oeste, en los caminos y en terreno abierto.
El avance del ejército del mariscal Oudinot se inició el 19 de agosto de 1813. El avance fue complicado porque se desató una fuerte tormenta. El resultado fue favorable para el ejército de Bernadette. Las lluvias convirtieron los caminos en lodazales, haciendo impracticable el avance de la artillería. Como hemos dicho, la zona sur de Berlín estaba rodeada de pantanos y pequeños lagos. El agua convirtió aquella zona en pequeñas islas fortificadas, donde estaba asentado el ejército prusiano. Aquella distribución del campo de batalla hizo que, el mariscal Oudinot dividiera su ejército en tres cuerpos que avanzaron de manera independiente, y sin comunicación entre ellos. Eran tres ejércitos contra uno consolidado y conocedor del terreno.
La distribución del ejército napoleónico, al mando de Oudinot, quedó distribuido de la siguiente manera:
- El IV Cuerpo del general Bertrand, con 13.000 soldados y 32 cañones a la derecha.
- El XII Cuerpo del general Guilleminot, con 20.000 hombres, en su mayoría Marie-Louise, en la izquierda. Los Marie-Louise eran reclutas en su mayoría adolescentes, por no quedar soldados para encuadrar en los ejércitos.
- El VII Cuerpo del general Jean Reynier, con 27.000 sajones, en el centro.
Oudinot desconocía dónde estaba situado el enemigo, porque no tenía caballería que pudiera utilizar. Además, pensaba que no había una gran oposición por parte de la Sexta Coalición.
El primero en avanzar fue el general Reynier llegando a Grossbeeren. Allí se encontró con el ejército de Bernadette. Sin esperar al resto del ejército Reynier atacó al ejército de Friedrich con Büllow, con 38.000 hombres. El ejército francés tuvo multitud de bajas. Mientras tanto Oudinot se vio incapaz de concentrar su ejército, llegó a la posición de Reynier cuando su ejército estaba descompuesto. La desorganización francesa era apabullante. Büllow quería perseguir a los franceses para derrotarlos, pero Bernadette se lo impidió.
Al darse cuenta de todo esto Oudinot decidió retirarse a Jüterbog. Las bajas francesas ascendieron a 20 oficiales sajones, 1.918 soldados; 1.138 franceses, 14 cañones y 52 carros de munición. De Jüterbog fueron a Wittenberg. Aquel acto enfadó a Napoleón, el cual afirmó que «¡es realmente difícil tener menos cerebro que el duque de Reggio!». Oudinot fue sustituido por el mariscal Michael Ney, el cual no tuvo mejores éxitos que su antecesor.