Fundado en 1910
John Amery

John Amery

John Amery, el judío que colaboró con los nazis y fue condenado a muerte en ocho minutos por fascista

The Times escribe el 29 de noviembre de 1945: «Fue condenado a muerte ocho minutos después de sentarse al banquillo. Llevaba un abrigo marrón, el pelo largo hacia atrás y una bufanda negra y amarilla anudada al cuello»

John Amery era hijo de Leo Amery, un distinguido alto funcionario del Imperio británico, miembro del Partido Conservador e integrante del Parlamento inglés durante varios años, además de ministro en la década de 1920. Sus abuelos maternos eran adinerados judíos húngaros que habían emigrado a Gran Bretaña y se habían convertido al protestantismo, aunque Leo Amery fue un activo sionista en el gabinete británico.

John Amery nació en Londres el 14 de marzo de 1912. Fue educado en Harrow, donde dijeron de él: «En Harrow le molestaba la disciplina y se burlaba de las convenciones vigentes». Después de terminar sus estudios, se dedicó a los negocios, pero se declaró en quiebra en 1936. Para entonces ya había adquirido setenta y cuatro multas por infracciones automovilísticas.

«Carecía de sentido moral»

Más tarde intentó huir de su familia a Francia y posteriormente sus padres lo mantuvieron alejado de la escuela. Durante algunos períodos lo pusieron bajo un tutor privado. Lander Jameson observó: «Era introspectivo, amigable». Se enfureció al ser disciplinado (un eufemismo inglés para los azotes) y atacó a Jameson con un cuchillo; en otra ocasión, acusó ante la policía a Jameson de agresión indecente. Usaba lenguaje soez y en ocasiones se emborrachaba en una taberna.

El Dr. Maurice Wright dijo que carecía de sentido moral y le consideraba incurable. No tenía ningún sentimiento de remordimiento o vergüenza. Al regresar a Harrow, nuevamente se escapó cuando le dieron una paliza, esa era la pedagogía británica. Su maestro en el internado, W.H. Barrett, informa que era «un tipo extremadamente inusual con evidentes dificultades y falta de equilibrio mental frente a la autoridad». «En toda mi experiencia», dice Barrett, «nunca tuve que tratar con nadie como él».

John Amery

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Después de huir de Harrow, le asignaron otro tutor y posteriormente lo enviaron a una escuela suiza de la que fue expulsado por considerarlo una mala influencia. Luego lo asignaron a un tercer tutor, Nock, quien también quedó sorprendido: «No tenía ningún sentido de obligación hacia nada ni hacia nadie» y «ni siquiera un código de gánster». Estaba acostumbrado a hacer cosas raras, como insistir en subir al Jungfrau, un pico en la cordillera de los Alpes, en pantuflas. Solía quejarse de su padre.

En octubre de 1936, Amery se trasladó a España, donde trabajó como traficante de armas para los rebeldes durante la guerra civil española. También sirvió como oficial de inteligencia en las fuerzas de voluntarios italianos. Amery también conoció a Jacques Doriot, el líder fascista francés.

Reclutado por los nacionalsocialistas

Después de la guerra, Amery y Doriot viajaron juntos a Austria, Checoslovaquia, Italia y Alemania, antes de irse a vivir a Francia. En 1941, Amery fue reclutado por los nacionalsocialistas y comenzó a realizar transmisiones a favor del III Reich en Berlín. El 19 de noviembre de 1942, afirmó: «Los oyentes se preguntarán qué hace un inglés esta noche en la radio alemana. Se pueden imaginar que antes de dar este paso esperaba que alguien mejor calificado que yo se presentara. Me atreví a creer que algún rayo de sentido común, alguna apreciación de nuestra invaluable civilización guiaría los consejos del gobierno del señor Churchill. ¡Desafortunadamente, este no ha sido el caso!»

El ejército alemán es en este momento lo único que se interpone entre el comunismo y ustedes, la única protección que existe para la propiedad privadaJohn Amery

En la transmisión, añadió: «Durante dos años viviendo en un país neutral he podido ver a través de la bruma de la propaganda y llegar a algo que mi conciencia me dice que es la verdad. Por eso me presento esta noche sin ninguna etiqueta política, sin ningún prejuicio, sino simplemente como un inglés para decirles: 'se está cometiendo un crimen contra la civilización'. No solo la inestimable herencia de nuestros padres, de nuestros marineros, de nuestros constructores del Imperio está siendo desperdiciada en una guerra que no sirve a ningún interés británico, sino que nuestro líder de la alianza, Stalin, no sueña más que con la destrucción de esa herencia de nuestros padres. Moralmente esto es una mancha en nuestro honor, en la práctica solo puede llevar tarde o temprano al desastre y al comunismo en Gran Bretaña, a la desintegración de todos los valores que más apreciamos.

No es el Gobierno, ni los diputados, a quienes corresponde la decisión final; a vosotros os corresponde seguir adelante seguros de vuestro sagrado derecho a la libre opinión, seguros de vuestro patriotismo. Depende de usted decidir que esto ha durado lo suficiente, que nuestros muchachos mueren por no servir a ningún interés británico sino a los intereses de una pequeña camarilla de hombres absolutamente inescrupulosos.

Hay espacio más que suficiente en el mundo para Alemania y Gran Bretaña. Sus líderes dicen que Alemania busca dominar el mundo. ¿Se le ocurrió alguna vez que esto no es más que otro truco de esa estrategia largamente planeada de propaganda judía, que se espera frustre la posición dominante de Alemania en el continente, a la que, después de todo, tiene derecho? Por fantástico que parezca, el ejército alemán es en este momento lo único que se interpone entre el comunismo y ustedes, la única protección que existe para la propiedad privada. Si esa muralla se derrumbara, sus libertades serían un vago recuerdo de un pasado feliz».

Legión de San Jorge

En abril de 1943, Amery creó la Legión de San Jorge, el proyecto fue bien recibido por Heinrich Himmler quien le autorizó a que empezara a trabajar desde enero de 1943 e intentó persuadir a los prisioneros británicos para que lucharan junto a Alemania contra la Unión Soviética de Stalin en el Frente Oriental. Esto fue embarazoso para Leo Amery, su padre, quien fue secretario de Estado inglés para India y Birmania durante la Segunda Guerra Mundial y activo sionista.

John Amery redactó un folleto de reclutamiento para todos los súbditos británicos internados, fue distribuido en los campos de prisioneros ingleses el 20 de abril de 1943.

«150.000 de nuestros compatriotas están encarcelados en su país de origen porque se han declarado contra esta guerra fratricida. En violación de la Ley de Habeas Corpus y de las leyes fundamentales de nuestra Constitución, estos hombres nunca han sido llevados a juicio ni siquiera se les ha permitido ver a un abogado.

Las tropas estadounidenses no solo han ocupado el Ulster sino que están llegando en cantidades cada vez mayores a Inglaterra. Las bases navales y las colonias han sido entregadas a la administración del Sr. Roosevelt.

En Europa y fuera del país, sus esposas e hijos en casa están amenazados por la invasión de las hordas de la barbarie bolchevique. Por esta razón me he dirigido al Gobierno alemán con la propuesta de formar una Legión Británica Contra el Bolchevismo, que se conocerá como Legión de San Jorge.

Hago un llamamiento a todos los británicos para que respondan a este llamamiento a las armas en defensa de todos los principios que nosotros, los ingleses, hemos sido los primeros en proclamar en el mundo. ¡La Legión de San Jorge luchará solo contra los comunistas y en ningún otro frente!

Dos de los primeros reclutas del British Free Corps: Kenneth Berry y Alfred Minchin, con oficiales alemanes, abril de 1944.

Dos de los primeros reclutas del Britisches Freikorps Kenneth Berry y Alfred Minchin en abril de 1944.

Todos los hombres comenzarán en su rango actual y la promoción estará abierta a todos por igual, sin distinciones ni calificaciones, políticas o de otro tipo. Dentro de los límites de las posibilidades militares, la Legión de San Jorge luchará en el cruce del frente alemán-finlandés, junto a las tropas del intrépido pueblo finlandés amante de la libertad.

Cientos de soldados se han ofrecido como voluntarios para unirse a esta Legión. Hombres que han escapado a Inglaterra han venido a unirse a nosotros. Hasta ahora nos han llegado tres aviones de la Royal Air Force con sus armas y equipamiento. Depende de ustedes, los civiles, echar una mano para demostrar que pretendemos asumir nuestras responsabilidades para mantener la integridad de nuestro Imperio, dando al mundo pruebas de que no todos nos hemos vendido al judío o al plutócrata».

En 1944, las SS constituyeron el Britisches Freikorps, la unidad de soldados británicos destinada a luchar a favor de Alemania durante la guerra.

Capturado y condenado

En los últimos meses de la guerra, Amery marchó a Italia para unirse a la República de Saló, donde pronunció discursos de propaganda en favor del fascismo transmitidos en la radio italiana. Amery fue capturado por partisanos italianos en Milán en abril de 1945 y poco después fue entregado a las autoridades británicas.

Su hermano, Julian Amery, intentó documentar que John Amery había adquirido la nacionalidad española y al ser España un país neutral en la lucha no habría incurrido legalmente en un acto de traición. Este alegato no fue aceptado y sus abogados le aconsejaron declararse mentalmente enfermo.

Amery en Milán poco después de su detención por partisanos italianos. El oficial de espaldas a la cámara es Alan Whicker

Amery en Milán poco después de su detención por partisanos italianos. El oficial de espaldas a la cámara es Alan WhickerDario

Su padre, Leo Amery encargó al Dr. Edward Glover que escribiera un informe psiquiátrico sobre su hijo para librarle de la condena. Informó que: «John Amery ha exhibido a lo largo de su vida todos los síntomas de una psicopatía de un tipo que roza el carácter esquizoide (psicótico) y que en circunstancias normales termina en una conducta delictiva compulsiva y antisocial... El panorama completo es el negativismo, la incapacidad de enseñar, el miedo a un ataque de tipo paranoico, el comportamiento antisocial, la delincuencia, la falta de sentimiento moral y de conciencia, la anormalidad sexual, etc., son completamente característicos de la psicopatía grave».

Después de ser entrevistado por el servicio de inteligencia inglés MI5, en mayo de 1945, Amery fue juzgado por alta traición: Declaró: «Fue una gran sorpresa para mí cuando me enteré de que Inglaterra y la Rusia soviética se habían convertido en aliados. Hasta tal punto que pensé que los responsables en Londres estaban actuando de una manera que ya no coincidía con los intereses imperiales británicos».

El 28 de noviembre de 1945, se declaró culpable de ocho cargos de traición para ahorrarle a su familia el dolor de un largo juicio. El Times informó: «Amery, fue descrito como un político. Oyó la sentencia a muerte con absoluta compostura. Se inclinó ante el Juez Humphreys cuando fue llevado ante el tribunal, y también después de que se dictó la sentencia». Mientras se desarrollaba el proceso «la mayor parte del tiempo lucía media sonrisa en su rostro». The Times escribe el 29 de noviembre de 1945: «fue condenado a muerte ocho minutos después de sentarse al banquillo. Llevaba un abrigo marrón, el pelo largo hacia atrás y una bufanda negra y amarilla anudada al cuello».

El repentino final del caso fue dramático. John Amery fue ahorcado en la cárcel de Wandsworth el 19 de diciembre de 1945. Tenía 33 años. El verdugo fue el famoso Albert Pierrepoint y John Amery fue sepultado en la prisión en una tumba sin nombre.

No fue un caso único, Clement Attlee, del Partido Laborista, escribió a los padres de John Amery en relación con la posible ejecución de su hijo «Hemos tenido casos similares en Sudáfrica, en ninguno de los cuales se ha producido ejecución, ya que los actos eran más de carácter ideológico que criminal. Estoy profundamente conmovido».

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