¿Dónde están las tumbas de los Reyes Magos?

Cuenta la tradición que los restos de los Reyes Magos fueron hallados por la emperatriz santa Elena, la madre de Constantino en Oriente, y sí, no decimos el sitio exacto pues hay gran cantidad de versiones y fuentes que señalan lugares diferentes como Sava, Sada, Seuva…, siendo esta última ciudad la que más fuentes señalan, y muchos de los textos como la Historia Trium Regum o la Vita beati Eustorgii confessoris dicen que encontraron los cuerpos por separado. «La santa Elena, madre del emperador Constantino [...] acumuló los cuerpos de los Tres Magos juntos, que fueron enterrados en diferentes lugares».

Los restos se los lleva a Constantinopla donde poco tiempo después en el año 343, san Eustorgio los trasladó a Milán. Según cuenta la leyenda, Eustorgio partió hacia esta ciudad italiana guiado por una estrella con un enorme sarcófago que contenía las preciosísimas reliquias de los Reyes Magos que había recibido como regalo del emperador. El sarcófago estaba en un carro tirado por bueyes. Cuando llegaron a Milán los bueyes se pararon y no quisieron proceder más, por lo que san Eustorgio comprendió que las reliquias querían quedarse en allí y tuvo que abandonar la idea de llevarlas a la catedral.

En ese lugar, a extramuros de la ciudad, se construyó una pequeña basílica para albergar los restos de los Magos. A la muerte del santo se construyó una basílica mayor y se enterraron sus restos junto con los de los Magos. La basílica de San Eustorgio de Milán se halla exactamente en ese lugar, de hecho, se conserva un capitel que representa el momento en el que los bueyes transportan el sarcófago.

Las reliquias permanecieron allí hasta que en el año 1162, las tropas del Emperador del Sacro Imperio Germánico, Federico Barbarroja, saquearon Milán, pero no encontraron nada en la basílica porque los fieles habían escondido las reliquias en una iglesia cercana. Aunque no sirvió de mucho puesto que el arzobispo de Colonia Reinald von Dassel, que también era el canciller imperial de Barbarroja, descubrió el engaño. Las reliquias partieron en secreto de inmediato hacia Colonia, y para pasar mucho más desapercibido y no ser descubierto por el Papa con el que Reinaldo se encontraba en conflicto, las sacó de su sarcófago original.

Cuando las reliquias llegan a Alemania era necesario construir un digno edificio para albergar las reliquias de los Magos, es por eso que en el año 1248 se inician las obras de construcción de una nueva catedral de Colonia que no concluyen hasta el año 1880, sobre la vieja catedral del 818, que a su vez estaba construida sobre un templo romano del siglo IV, que había sido convertido en iglesia cristiana. Esta nueva catedral debía ser majestuosa para resaltar la dignidad de los restos que allí se hallaban.

A su vez se le encarga realizar al artista mosano Nicolás Verdún un relicario de grandísimas proporciones hecho en oro y plata con esmaltes decorado con piedras preciosas de incalculable valor. En la actualidad es el relicario más grande de la cristiandad. Se encuentra ricamente decorado con escenas de la vida de Jesús y de historias relacionadas con los Reyes Magos. El relicario de los Reyes Magos es una pieza fundamental en la historia cristiana y un testimonio tangible de la fe y la habilidad artística de la época. A lo largo de los siglos, ha sido cuidadosamente restaurado y conservado, sobreviviendo incluso a los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Este monumento sagrado atrae a visitantes de todo el mundo, quienes se maravillan ante su esplendor y profundidad espiritual en el corazón de la catedral de Colonia.

Hasta el siglo XIX nadie dudó de la autenticidad de los huesos de los Magos, sin embargo, a día de hoy no existe evidencia histórica verificable que respalde la autenticidad de los huesos que se encuentran en el relicario de la Catedral de Colonia y que se atribuyen a los Reyes Magos. La cuestión de la autenticidad de estas reliquias ha sido objeto de especulación y debate, y la falta de pruebas concretas hace que se deba abordar con cierta cautela la afirmación de que estos huesos pertenecieron a los Magos que visitaron al Niño Jesús en la tradición cristiana. Si bien existen recursos web que afirman que ha habido diversos análisis de los restos, este equipo no ha encontrado las investigaciones originales ni oficiales. Sin embargo, estas dudas no quitan que la catedral de Colonia se haya convertido en uno de los grandes centros de peregrinación a lo largo de la historia que permanece hasta nuestros días, donde millones de personas guiadas por la fe, acuden a rezar y a contemplar las reliquias de los Magos con gran devoción.