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Estatua de Godofredo de Bouillon en Bruselas

Estatua de Godofredo de Bouillon en Bruselas

Godofredo de Bouillon, el primer soberano de Jerusalén

Rechazó ser coronado como rey donde el Señor había sido coronado con la Corona de Espinas. Se tituló como defensor del Santo Sepulcro

Godofredo de Bouillon, fue el primer soberano de Jerusalén, después de la liberación de los Santos Lugares del dominio musulmán. Su ejemplo será visto como un ejemplo para los nobles de la época, entretenidos en lucha internas, mientras los cristianos de Tierra Santa eran sometidos a la ley del Islam.

Nació en Boulogne-sur-Mer en 1060, hijo de Eustaquio II, Conde de Boloña, y de Ida, hija de Godofredo el Barbudo, duque de la Baja Lorena. Godofredo, era vasallo del Sacro Imperio Romano Germánico, y apoyó las pretensiones de Enrique IV en la Guerra de las Investiduras contra el Papa Gregorio VII (1080-1084). Cuando el Papa Urbano II suplicó a la nobleza europea para sumarse a una Cruzada de liberación de los Santos Lugares, Godofredo, partió junto a sus hermanos Eustaquio y Balduino. El 15 de agosto de 1096 un ejército de cuarenta mil de cruzados fue camino de Oriente.

La cruzada

Durante el camino, el emperador bizantino, Alejo I Comneno, abasteció de tropas al contingente cruzado, aunque los recelos con los bizantinos fueron constantes. Los caballeros del norte, eran vistos por los educados griegos, como bárbaros semisalvajes, que en poco se diferenciaban de aquellos que en el siglo V habían arruinado la parte occidental del Imperio Romano.

Por su parte, los cruzados veían en aquellos griegos cultivados, hombres pragmáticos, enriquecidos por el comercio con el Oriente, y tolerantes con las otras culturas, como personas de poco fiar. La muerte en combate, era algo honorable para un guerrero germano, sí, además lo hacía bajo la sombra de la Cruz, el ardor guerrero era recompensado con un lugar en el Cielo. Por el contrario, los bizantinos no consideraban la muerte en combate como honorable, ni siquiera si se había luchado en defensa de la religión.

Raimundo

Raimundo IV de San -Gilles

La cruzada fue puesta bajo la dirección de Raimundo IV de San-Gilles, Conde de Tolosa, de Bohemundo de Sicilia, de Roberto de Flandes y de Roberto de Normandía. Los cruzados fueron enfrentándose con éxito a las tropas turcas que anteriormente habían exterminado a los veinte mil peregrinos que lideró Pedro el ermitaño.

La travesía del Asia Menor fue dura. La península de Anatolia estaba arrasada por los ataques de los nómadas turcos y los contraataques bizantinos. En aquel momento, la región se encontraba dividida en pequeños señoríos turcos y armenios cristianos. La principal acción de la cruzada fue la recuperación de la ciudad de Antioquia. Sede de un patriarcado y uno de los principales centros culturales helénicos.

Conquista sangrienta

En Antioquía el poder político quedó en manos de los cruzados latinos, pero compartido en el aspecto eclesiástico con los griegos. El siguiente objetivo será el condado de Edesa, que será el más oriental de los reinos francos, por el mestizaje que los cruzados tuvieron con la población armenia. En febrero de 1099, Godofredo de Bouillon y Roberto, Conde de Flandes, iniciaron la marcha hacia Jerusalén.

El 7 de junio, los cruzados iniciaron el sitio de Jerusalén. El 15 de julio de 1099, Godofredo y su hermano Eustaquio colocaron una torre de asalto en los muros, siendo los primeros en entrar en la ciudad. La conquista de la ciudad se hizo de manera sangrienta, los musulmanes de la ciudad fueron exterminados y la minoría judía, refugiada en la principal sinagoga, lo fue por su colaboración con el poder islámico. Únicamente las minorías cristianas árabes fueron respetadas (jacobitas, ortodoxos y armenios). Godofredo, tras la victoria se despojó de sus armas y descalzo se dirigió a rezar al muro del Santo Sepulcro.

Roberto de Flandes según un grabado del XVI

Roberto de Flandes según un grabado del XVI

Los cruzados decidieron nombrar un rey que administrase el nuevo estado formado por los territorios conquistados de Palestina. El jefe reconocido de la cruzada era Raimundo IV de San-Gilles, quien rechazó la corona, al saber que no contaba con la unanimidad de todos los componentes de la cruzada, y prefirió establecerse en Trípoli con sus caballeros provenzales. En cuanto a Roberto de Normandía y a Roberto de Flandes, prefirieron volver a las brumosas tierras del norte de Europa. Sólo Godofredo de Bouillon fue elegido por unanimidad, aunque rechazó ser coronado como rey donde el Señor había sido coronado con la Corona de Espinas. Godofredo se tituló como defensor del Santo Sepulcro.

Godofredo de Bouillon fue el único de los príncipes que estaba dispuesto a quedarse en la desolada Palestina. Su religiosidad, idealismo y falta de ambiciones personales, intercediendo siempre en las disputas de sus compañeros, le dieron fama de conciliador. También su aspecto físico llamaba la atención de los árabes, por su altura y rubia cabellera, adornada por una barba dorada, que representaba la imagen de un caudillo guerrero del norte de Europa, pero que cristianizado, había sabido orientar su instinto bélico en la toma de los territorios perdidos ante el islam.

Gran guerrero

Godofredo fue una persona de grandes cualidades, y un gran guerrero, que siempre se mostró sensible ante las peticiones de la Iglesia, y ante la fuga que había protagonizado la jerarquía griega frente a los musulmanes, el patriarcado y el resto de las sedes episcopales fueron ocupadas por francos católicos de rito latino. Godofredo realizó numerosas donaciones al patriarcado, convirtiendo a la Iglesia en uno de los pilares económicos y políticos del nuevo reino.

Godofredo consolidó el reino tomando la fortaleza de Ascalón a los egipcios frente auna posible ofensiva proveniente desde el Sinaí. Después buscó una salida segura en la costa, por donde pudiesen venir las peregrinaciones y las ayudas militares al nuevo reino, para cuya defensa resultaban imprescindibles. Para ello reconstruyó Jaffa, que se convirtió en el nuevo puerto del reino de Jerusalén. Aunque luego buscó la mejor bahía de Acre, a la que puso sitio con ayuda de los «italianos». Venecia, Génova, Pisa y Amalfi pronto acudieron a las costas del nuevo reino, solicitando privilegios para sus comerciantes, quienes se instalaron en barrios separados, en las ciudades de la costa.

Godofredo de Bouillon en un retrato en el castillo de

Retrato de Godofredo de Bouillon, castillo de Manta en Cuneo, Italia

Ellos hicieron de intermediarios entre las caravanas procedentes de Asia y el occidente europeo. Sin embargo, Tierra Santa era una tierra fatal para los cruzados. El clima y las enfermedades daban pronto con la vida de los cruzados. La población latina establecida en Palestina, siempre fue poco numerosa y la mortalidad de los niños varones fue terrible. La vida guerrera trajo siempre un fuerte déficit de caballeros en el reino. Los estados latinos dependerían para su supervivencia de la ayuda exterior de sus hermanos europeos. El 18 de julio de 1100, Godofredo falleció en Jerusalén, un año después de la conquista de la ciudad Santa. El primer monarca jerosolomilitano será enterrado en la iglesia del Santo Sepulcro, siendo sucedido por su hermano Balduino.

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