¿Cuál es el origen de las procesiones de Semana Santa?
Están ligadas al nacimiento de las primeras hermandades y cofradías en nuestro país en torno al siglo XV
La llegada de la Semana Santa trae consigo decenas de procesiones que llenan las calles de nuestras ciudades. Se trata de desfiles religiosos con los que los cristianos conmemoran la Pasión y Muerte de Cristo. Pero, ¿conoces su origen?
A pesar de que las procesiones se han celebrado en todas las religiones, el caso de estos desfiles religiosos en España por Semana Santa tienen su propio origen e historia: están ligadas al nacimiento de las primeras hermandades y cofradías en nuestro país en torno al siglo XV.
Las hermandades se formaron con dos funciones principales: la de apoyarse en los momentos más difíciles y la de experimentar la Pasión de Cristo. En este último objetivo, en el deseo de «vivir el dolor de Cristo» comenzaron a salir a las calles a representar los padecimientos de Cristo en sus últimos días.
Esto explica que las primeras imágenes que salieron a las calles fuera de Crucificados y de Dolorosas. Asimismo existían dos tipos de cofrades: los de luz, semejantes a los que vemos en la actualidad; y los de sangre, en los que se autoflagelaban como penitencia para expiar sus pecados.
Más tarde adquirieron la dimensión «teatral» que hoy tienen. Esto se debe a que la liturgia en las iglesias era difícil de entender por los laicos: los oficios se realizaban en latín, por ellos las procesiones fueron una manera de llevar la liturgia a las calles y hacerla más cercana al pueblo.
Las primeras representaciones de la Pasión y Muerte de Cristo datan de la segunda mitad del siglo XV y del siglo XVI, viviendo su auge en el siglo XVII, época en el que se celebra el Concilio de Trento (1545-1563) y se produce la Contrarreforma, la respuesta de la Iglesia Católica a la Reforma Protestante de Martín Lutero en el siglo XVI. De este modo, aunque las procesiones de Semana Santa en España ya existían, a partir de esta fecha tuvieron un impulso en todo el territorio español.
Cambios en las procesiones
En el siglo XVII en Madrid una de las cofradías más populares fue la de los Esclavos del Santísimo Sacramento a la que pertenecieron algunos de los nombres más ilustres del Siglo de Oro, como Lope de Vega, Andrés Spínola, o Juan de Palafox.
Las procesiones sufrieron cambios a lo largo de los siglos. Una de las principales diferencias con las procesiones actuales son las autoflagelaciones. En sus inicios, todas las procesiones llevaban sus disciplinantes, personas que se autoflagelaban la espalda como penitencia. Las flagelaciones se realizaban sobre todo en Jueves y Viernes Santo. Varios monarcas intentaron prohibir esta práctica como Enrique IV, Carlos V y Carlos III; sin embargo se siguieron practicando en secreto.
Actualmente ya no se producen autoflagelaciones, pero algunas procesiones incorporan penitentes, como la procesión de Viernes Santo, de Corella, en la que participan penitentes que arrastran descalzos cadenas muy pesadas durante todo el recorrido.
A lo largo de los siglos las procesiones van sufriendo diferentes cambios. El último gran cambio tuvo lugar en el siglo XIX, con la incorporación de bandas de música, que dio lugar al modelo actual y configuró las procesiones tal y como las conocemos.