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02 de mayo de 2024

Miembros de la resistencia capturados en Nowolipie 64, cerca del cruce con Smocza

Miembros de la resistencia capturados en Nowolipie 64, cerca del cruce con Smocza

El alzamiento del gueto de Varsovia, la mayor sublevación judía contra la Alemania nazi, pero también la última

La capital polaca se convirtió en el mayor gueto de toda Europa, que llegó a albergar a casi 400.000 judíos en su momento de mayor ocupación

«Si iban a morir, que murieran con honor», comentó Krystyna Budnicka, superviviente del gueto de Varsovia, durante una entrevista a Euronews. El 19 de abril de 1943 comenzaron los combates entre unos 700 jóvenes judíos que lideraron el alzamiento del gueto contra el ejército nazi. Sería la mayor sublevación judía contra la Alemania nazi, pero también la última. La sorpresa inicial se disipó con refuerzos y un armamento infinitamente superior. «No había posibilidad de victoria, porque contra los tanques iba un grupo de chicos sin nada más que sus puños» explicó Budnicka. ¿Cómo se vivió desde dentro?
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Polonia tenía una población de unos 33 millones de habitantes, la mayoría católicos, y unos 3.300.000 de origen judío. En Varsovia había unos 350.000 judíos, el 30 % de la población. Tras la invasión de Polonia, la vida de los polacos cambió y en octubre de 1940 se crearon los primeros guetos para los judíos, y la capital polaca se convirtió en el mayor gueto de toda Europa, que llegó a albergar a casi 400.000 hebreos de Varsovia y de las localidades de la periferia.
Se levantó un muro de 18 kilómetros de extensión y unos tres metros de altura. Para Larissa Cain, una de las supervivientes del gueto, «la vida en el gueto no era complicada, se resumen en buscar comida. Nos moríamos de hambre y a los muertos los ponían en la acera desnudos porque la ropa era importante y los cubrían con periódicos», según explicó en un reportaje realizado por France 24. «Yo tenía 10 años, en junio de 1942», momento en el que comenzó la deportación masiva de 250.000 personas del gueto al campo de exterminio de Treblinka, que duró hasta noviembre de ese año.
En el gueto quedaron unas 60.000 personas, que como relata Krystyna Budnicka «tenían plena conciencia del horror de la guerra, la desaparición de personas, las deportaciones, el hambre, la enfermedad», sabían que estaban acabando con ellos. «Treblinka suponía la muerte inmediata. Dijeron que las personas que trabajasen para ellos no serían deportadas, e incluso dieron certificados. Mi mamá tenía que trabajar en el turno de noche, le rogué que no se fuera y se fue. Nunca volvió», recordó Larissa Cain.
Judíos capturados son conducidos por tropas alemanas al punto de reunión para su deportación

Judíos capturados son conducidos por tropas alemanas al punto de reunión para su deportación

A principios de 1943 los judíos del gueto empezaron a organizarse para evitar las deportaciones e impedir, como fuese, el control de los nazis dentro del gueto. A través de la Organización judía de Combate y la Unión Militar judía, empezaron a organizarse para resistir y contactaron con miembros de la resistencia polaca católica para que introdujeran explosivos, armamento y otros objetos en el gueto. En abril comenzó lo que después se conocería como el levantamiento del gueto de Varsovia.
En ese contexto de supervivencia se crearon refugios subterráneos y bunkers para resguardarse. Los miembros de la SS y la policía arrasaron el gueto, quemaron y demolieron con artillería los edificios de la zona, «y cuando los nazis incendiaron el gueto el suelo se puso muy caliente, hasta el punto de enrojecer, me sentía como en un horno de pan. Escapábamos a los canales, que estaban más frescos, hasta que las paredes se enfriaron», explicó Krystyna Budnicka. Las únicas imágenes que se conversan de aquellos días las tomó un bombero polaco que después sirvieron como prueba de lo que sucedió con el gueto de Varsovia.
Hombres de las SS en la calle Nowolipie

Hombres de las SS en la calle Nowolipie

Una vez se dio por terminada la sublevación, el ejército nazi contabilizó varias bajas de soldados alemanes y la muerte de 7.000 judíos durante los combates. Muchos otros se suicidaron o murieron en los incendios del gueto, y el resto, unos 40.000 fueron trasladados a varios campos de exterminio como el de Lublin. «El antiguo barrio judío de Varsovia ya no existe», anunció el general de la SS, Stroop, que estuvo a cargo de las operaciones de exterminio en Varsovia. Los nazis aniquilaron de forma sistemática al 90 % de los judíos de Polonia, y los pocos que sobrevivieron se marcharon del país.
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