Expertos utilizan la IA para descifrar el mayor enigma arqueológico después de los jeroglíficos
A pesar de los esfuerzos realizados para descifrarlo, la escritura inscrita en la Piedra de Singapur sigue siendo un misterio, sin ningún paralelo conocido en otros registros históricos
Durante siglos, la conocida como Piedra de Singapur ha sido uno de los objetos arqueológicos más enigmáticos del sudeste asiático. Esta roca de arenisca fue descubierta en 1819 en la desembocadura del río Singapur y contiene una inscripción en un lenguaje desconocido que ha desconcertado a historiadores y lingüistas por igual.
Apodada «la pesadilla de los descifradores de glifos», los investigadores recurren a la inteligencia artificial para desvelar los secretos de esta antigua reliquia.
Un rompecabezas
La Piedra de Singapur formaba parte de un gran peñasco que fue parcialmente destruida por los británicos en 1843 para construir un fuerte de piedra. El fragmento que se conserva se encuentra en el Museo Nacional de Singapur. Los expertos especulan que el fragmento data de entre los siglos X y XIV, posiblemente vinculada al Imperio majapahit o a un rajá del sur de la India. A pesar de los esfuerzos realizados para descifrarlo, la escritura utilizada sigue siendo un misterio, sin ningún paralelo conocido en otros registros históricos.
«Para descifrar un sistema de escritura del que se desconoce la clave para hacerlo, el requisito esencial es disponer de suficiente texto», indica Francesco Perono Cacciafoco, investigador principal de este proyecto al medio The Debrief. Pone el ejemplo de Champollion y los jeroglíficos del antiguo Egipto o el sistema de escritura cuneiforme y Henry Rawlinson y Edward Hincks.
En ambos casos había abundante texto para poder descifrarlos; sin embargo, «con la Piedra de Singapur sólo tenemos un pequeño fragmento», advierte el experto, además de algunas reproducciones de la losa entera, antes de que fuera volada, aunque con los caracteres no muy claros y secciones enteras desaparecidas por la erosión. «Además, su texto / escritura es único y no se ha encontrado en ningún otro lugar del mundo», apunta Perono Cacciafoco en el medio científico.
En 1837, años antes de que los británicos volaran la piedra para construir un puente, fue dibujada a mano por el político William Bland y el filólogo James Pirnsep. Más tarde, Sir Stamford Raffles, administrador de la Compañía Británica de las Indias Orientales y «fundador» de Singapur, intentó descifrarla. Sin embargo, cuando fue volado, sólo se reprodujeron gráficamente tres fragmentos recuperados antes de ser enviados a la India, tal y como recoge The Debrief.
La IA para descifran un texto imposible
De esta forma, el equipo capitaneado por Perono de la Universidad Tecnológica de Nanyang se ha aliado con la Universidad Xi'an Jiaotong-Liverpool en China para usar Read-y Grammarian, una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por el ingeniero y matemático Colin Loh. Esta herramienta analiza diferentes parámetros de un texto como la forma y el tamaño de los caracteres, los patrones de erosión y la posición de los grupos de símbolos repetidos para luego comparar estas características con sistemas de escritura ya conocidas y generar posibles líneas de texto que faltan.
Aunque este método ya lo realizan los filólogos «a mano» con manuscritos antiguos, intentando rellenar las lagunas del texto basándose en el contenido de una obra y en las líneas y la escritura, subraya Perono, la IA garantiza que el análisis no tenga los sesgos personales que pueden afectar a los investigadores humanos para así llegar a una conclusión científica adaptada a la realidad: «No podemos permitir que nuestras propias ideas y postulaciones sobre la escritura de la Piedra comprometan nuestro análisis», considera el experto.
Así, los investigadores han realizado una reproducción en 3D de alta definición de los fragmentos y las imágenes dibujadas de la piedra para que la IA comience a analizarlo. Conforme vaya avanzando este proceso de descifrado, los expertos esperan que la IA vaya mejorando su capacidad para hacer predicciones sobre qué encaja y dónde. Y una vez obtenido una reconstrucción razonable, el equipo trabajara sobre ella para intentar descifrar el significado de los símbolos.