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13 de septiembre de 2024

Personas sacando uno de los restos de un barco, en Vieques (Puerto Rico)

Personas sacando uno de los restos de un barco, en Vieques (Puerto Rico)EFE

Hallan restos de una nave centenaria posiblemente española en Puerto Rico

Según afirman los arqueólogos es un descubrimiento poco común porque la madera no se suele conservar por tanto tiempo y «hay piezas completas» de la embarcación

El paso del huracán Ernesto por Puerto Rico dejó la semana pasada graves inundaciones y cortes generalizados de luz debido a las copiosas precipitaciones en la isla. Pero también ha traído consigo los restos de un barco y un cañón que podrían pertenecer a una embarcación española del siglo XVIII, descubiertos en el sur de la isla de Vieques, en el este de la isla, por un pescador, según informa la agencia Efe.

«Fui por la mañana a buscar carnada para pescar y empecé a caminar por la playa Navío y vi este tubo que parecía una bomba y al llegar vi que era un cañón. No pensé que fuera algo tan antiguo y se ve claro el timón y la proa», ha expresado emocionado Cecilio Ponce, el pescador responsable del descubrimiento.

Ponce, de 64, forma parte del equipo de limpieza de restos de restos de la contaminación militar de la Marina de Guerra de Estados Unidos que utilizó parte de las islas-municipios de Vieques y Culebra hasta mayo de 2003 como campo de tiro y que hasta alquiló esas zonas a otras naciones para que probaran su armamento. Por ello, confiesa, que pensó que se trataba de una bomba o de otros restos de munición militar. «Una vez soñé que me encontraba algo en el mar, pero nunca imaginé algo así, la gente me dice que es bien raro», comentó.

Posible embarcación española

Sin embargo, según ha indicado el arqueólogo marino Juan Vega tras examinar los restos en una investigación previa, no descarta que las piezas de este barco hundido pertenezcan a «una embarcación española del siglo XVIII».

«Hay mucho plomo en uno de los tablones y el plomo lo usaban mucho los españoles para evitar el ataque de gusanos marinos que se comen la madera y los británicos tendían a usar cobre y en América las construcciones españolas también usaban plomo», señaló Vega.

Puerto Rico fue provincia española hasta el año 1898 tras la firma del Tratado de París, que entró en vigor en 1899, de la guerra hispano-estadounidense por la que España perdió Puerto Rico, Cuba, Filipinas y Guam.

Por otro lado, Vega comentó que es un descubrimiento poco común porque la madera no se suele conservar por tanto tiempo y «hay piezas completas» y estima que el cañón, que no tiene cascabel, podría ser del «siglo XVIII o primera mitad del siglo XIX», aunque cuando lo limpien «se podrá precisar mejor. Requiere más investigación».

El pescador Cecilio Ponce encontró esta semana los restos de un barco y un cañón que podrían pertenecer a una embarcación española del siglo XVIII

El pescador Cecilio Ponce encontró esta semana los restos de un barco y un cañón que podrían pertenecer a una embarcación española del siglo XVIIIEFE

Asimismo, precisó que otro de los indicios de que pudiera ser español es que hallaron «lastres como era tradicional en los españoles, lastres con piedras de río» y bolas del cañón.

«También es otra opción que fuera construido aquí mismo con las tradiciones españolas de construcción adaptada al Caribe», apuntó Vega e indicó que la playa Navío «es un lugar significativo en términos de arqueología marina porque era una zona de contrabando y de piratas».

Importancia de la preservación

Vega celebró que las autoridades viequenses trabajaran con premura al recibir la notificación del hallazgo y contactaran con él para que llegara rápido al lugar para evitar saqueos y que la corriente marina se llevará la embarcación.

«Se debe conservar en agua porque sino se empieza a deteriorar, especialmente la madera y hay que mantener todo en unas condiciones muy particulares para asegurar que estén estables y luego viene la etapa de preservación», explicó el arqueólogo.

Vega explicó que el alcalde de Vieques, José 'Junito' Corcinco, estuvo presente en la investigación y el municipio junto con el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) se encargaron de preservar los restos de la embarcación que podrían ser expuestos al público general en un futuro.

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