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Kim Philby en una rueda de prensa en Londres, 1955

Kim Philby en una rueda de prensa en Londres, 1955

El agente doble que traicionó a Reino Unido: confesó haber espiado para Rusia y estar orgulloso de ello

Salen a la luz nuevos documentos sobre Kim Philby, el espía más famoso del grupo Los cinco de Cambridge

«Yo siempre he servido a mi verdadera patria: la Unión Soviética», se limitó a contestar Kim Philby cuando un viejo amigo le reprochó haber traicionado al Reino Unido. Durante tres décadas había entregado información secreta a la URSS mientras ascendía peldaños en el MI6, el servicio de inteligencia exterior británico. Ahora, salen a la luz nuevos documentos que revelan los últimos secretos de este espía doble que despertó admiración y odio a partes iguales entre sus compatriotas.

Harold ‘Kim’ Philby, hijo de una acomodada familia británica, formaba parte de lo que se conoce como Los cinco de Cambridge, un grupo estudiantil del Trinity College de su Universidad reclutados por el gobierno soviético que se hicieron pasar por anticomunistas o fascistas, pero que en realidad trabajaron como espías desde la década de 1930 a principios de 1960. Junto a Philby estaban Anthony Blunt, Guy Burgess y John Cairncross, Donald MacLean.

Por ello, el contenido de estos documentos es «fascinante», advierte el Archivo Nacional británico —quien publica los archivos—, ya que incluyen transcripciones de interrogatorios y de llamadas telefónicas intervenidas, informes de vigilancia, memorandos, informes y correspondencias de los cinco de Cambridge. De los más de cien archivos, 21 de ellos ofrecen una visión detallada de la carrera de nuestro protagonista como espía para Moscú dentro del MI6, desde su reclutamiento como joven comunista en 1934 hasta su dramática deserción a la capital rusa en 1963.

La guerra civil española, su universidad del engaño

Una de sus primeras tareas al servicio de los soviéticos fue en Austria y en España. En nuestro país se hizo pasar como periodista del diario The Times y con una fina pluma logró un rápido apoyo a las tropas de Franco con unas crónicas parciales favorables a la causa del general español. Terminó recibiendo de manos del propio Franco la Cruz del Mérito Militar tras sobrevivir al impacto de un obús republicano contra su coche en la batalla de Teruel.

Años más tarde afirmaría que fue en la contienda española donde se convirtió en espía de verdad, pues tuvo que esconder sus sentimientos e ideales: «La guerra civil española fue mi verdadera universidad, donde aprendí el arte de ocultar mis pensamientos». Tras su estancia en España, en 1941 pasaría a formar parte del entramado del MI6. Desde entonces fue ascendiendo gracias a sus dotes en la traición, la mentira y el secreto: llegó a dirigir la Sección IX del Servicio de Inteligencia británico que estaba dedicado al contraespionaje soviético, donde tuvo acceso a papeles del Foreing Office, el MI5 y el Almirantazgo.

La confesión del traidor

Entre los archivos desclasificados destaca el informe de seis páginas que recoge las horas de conversación en Beirut entre Philby y su amigo y colega Nicholas Elliott, quien fue enviado para persuadir a Philby de que confesara haber trabajado como espía para Moscú. En una de las transcripciones, publicadas íntegramente en el Archivo Nacional británico, Elliott advierte a su colega de que había llegado hasta él información que confirmaba su traición.

Detalle de uno de los archivos de Kim Philby

Detalle de uno de los archivos de Kim PhilbyJames Manning / PA

«Cuando me dijiste que tú mismo habías comenzado a creer todas las pruebas acumuladas en mi contra, lo tuve claro. Llevo esperando este momento 28 años. Aquí tienes la exclusiva», contestó Philby ante la acusación de Elliott. Afirmó haber espiado para la Unión Soviética; es más, «Si volviera a tener toda la vida por delante, probablemente me habría comportado de la misma manera», dijo sin ningún tipo de tapujos.

En el transcurso de la entrevista, también admitió que había traicionado a Konstantin Volkov, un oficial del KGB que intentó desertar trayendo consigo detalles de los traidores que operaban en la inteligencia británica y en el Foreign Office, lo que significaría su inevitable exposición. Antes de que sus temores se hiciesen realidad, Philby intervino y Volkov fue secuestrado por los rusos en Estamul, drogado, llevado de vuelta a Moscú y ejecutado.

También describió su vida en el MI6 como una época de «esquizofrenia controlada»: «Realmente sentí una enorme lealtad hacia el MI6, me trataron muy, muy bien y allí hice algunos amigos realmente maravillosos. Pero la inspiración dominante era el otro lado [Rusia]», dijo. Dos días después se reunieron por tercera vez y Philby le entregó un relato mecanografiado de seis páginas sobre su reclutamiento y su trabajo para los rusos.

Tras su confesión sólo le quedaba decidir «entre el suicidio y el procesamiento», dijo Philby consciente de su futuro, según detallan las transcripciones. Pero el 23 de enero de 1963 huyó a Moscú, donde vivió hasta el final de su vida.

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