Biden se suma a la ola indigenista y desconoce el legado de España en América

Mediante una declaración presidencial, el presidente Joe Biden proclamó este 11 de octubre de 2021 como el «Día de la Raza». Aunque este pronunciamiento es parte de una tradición presidencial, por mandato del Congreso de los Estados Unidos -resoluciones de 1934 y 1968- Biden le ha impregnado su interpretación personal e ideológica de la historia, en lo que puede leerse como un ataque al legado español.

Según la proclamación presidencial firmada por Biden, el «histórico viaje» de Cristóbal Colón hace 529 años, lo convirtió «en el primero de muchos exploradores italianos en llegar a lo que más tarde se conocería como las Américas».

Asimismo, considera que es «un día de reflexión» sobre el espíritu de exploración de Estados Unidos y «las contribuciones de los italoamericanos a lo largo de las generaciones, sobre la dignidad y resiliencia de las naciones tribales y las comunidades indígenas», ignorando así por completo el legado español en América.

Atrocidades y agravios

Lo más llamativo es que Biden se suma al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y al dictador venezolano, Nicolás Maduro, en sus críticas a España. Incluso el presidente mexicano tildó de «soberbia» por parte de España el hecho de no pedir perdón por la conquista. 

Biden hace lo suyo «reconociendo» las atrocidades y agravios que cometieron los europeos.  «Hoy, también reconocemos la dolorosa historia de agravios y atrocidades que muchos exploradores europeos infligieron a las naciones tribales y las comunidades indígenas».

El mandatario evoca «grandeza como nación» para buscar  «enterrar estos episodios vergonzosos de nuestro pasado, que los enfrentemos con honestidad, los saquemos a la luz y hagamos todo lo posible para abordarlos».

«Pasado doloroso»

Finalmente, la proclamación presidencial concluye reconociendo «este pasado doloroso y volvemos a comprometernos a invertir en las comunidades nativas, manteniendo nuestros compromisos solemnes y sagrados con la soberanía tribal y persiguiendo un futuro más brillante centrado en la dignidad, el respeto, la justicia y las oportunidades para todas las personas».

De esta forma el presidente Biden se suma formalmente a la ola indigenista que se expande en América y que justifica el derribo de monumentos –como los organizados por grupos de extrema izquierda– con la intención de borrar el legado español en América.