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Antiguo presidente de Estados Unidos, Donald Trump

Expresidente de Estados Unidos, Donald TrumpAFP

Estados Unidos

Bannon podría sacar a la luz la estrategia de Trump para 'manipular' las elecciones de 2020

Un supuesto plan de Trump y su abogado muestra la 'intención' del  expresidente de quedarse en la Casa Blanca

El asalto al Capitolio, en Washington, del 6 de enero de 2021, marcó un punto de inflexión en la democracia americana. Fuimos testigos de una insurrección con motivo electoral, en la que un pueblo no contento hace uso de la violencia para transmitir su mensaje. Y el mensaje de los manifestantes republicanos que, disfrazados y enardecidos, irrumpieron en el Capitolio, era claro: «No queremos a Joe Biden, nuestro presidente es Donald Trump».

El asalto al Capitolio fue visto como una demostración de descontento público y una manifestación 'promovida por el pueblo americano'; sin embargo el congreso está desde entonces investigando la influencia que el equipo de Trump o el propio expresidente pudo haber tenido sobre el evento.

El propio exmandatario pugna por obstaculizar el acceso a los documentos de la Casa Blanca durante su mandato, mientras que su asesor Steve Bannon podría ser imputado si así lo decide una votación del Congreso. La razón por la cual Bannon comparecería ante un juez, sería por negarse a declarar u ofrecer testimonio sobre su perspectiva del ataque, a pesar de que en un tuit que publicó el 5 de enero pasado rezaba «Mañana se va a armar».

Además, a finales de septiembre salieron a la luz documentos que mostraban que el propio Donald Trump, por entonces todavía presidente, también tenía una estrategia para subvertir la Constitución americana y permanecer en el poder. Esta información vuelve a cobrar importancia en vista del juicio de Bannon, y lo que supone esta iniciativa por parte de un presidente para la democracia estadounidense.

El libro «Peril», de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa, revela la forma en la que un abogado conservador, John Eastman, se asoció con Trump y su equipo legal para intentar subvertir la Constitución y mantener a Trump en el poder. La estrategia, delineada en seis puntos, contaba con convencer al vicepresidente Mike Pence de alterar los resultados de la elección del 6 de enero deshaciéndose de 7 de los representantes elegidos por los estados.

El «manifiesto» de Eastman dependía de que el vicepresidente Mike Pence se viera cómodo mintiendo. La estrategia conllevaba «detener» el recuento de votos alegando que siete de los estados no tenían un representante electoral claro, rechazando la validez de aquellos estados, reduciendo el número de representantes a 454. Con ese número la elección la ganaría el presidente republicano con 232 de los votos para Trump y 222 para Biden.

Anticipando las quejas de los demócratas ante la reducción de votos, Pence propondría delegar la elección a la cámara de representantes donde los republicanos tenían la mayoría.

Pero Mike Pence se negó, tachando la estrategia de anticonstitucional ya que el vicepresidente no tenía la autoridad para rechazar votos. Su papel al contarlos era puramente ceremonioso. De hecho, el plan nunca habría funcionado, ya que no tenía fundamento constitucional.

En una entrevista con el Washington Post, el abogado John Eastman comentó que su plan tan solo buscaba «explorar todas las opciones». En calidad de colaboración, el abogado compartió con la cadena CNN una versión más larga del plan, que delineaba más escenarios para Pence el día de la elección. «La Constitución asigna al vicepresidente la autoridad de ‘árbitro’ final», contó.

El congreso, por su parte, le entregó el manifiesto inicial al senador Mike Lee, de Utah, como parte de una investigación del supuesto fraude electoral. El senador no daba crédito. «No existe ningún proceso así en la Constitución, ninguna ley, o antigua costumbre. Eastman se lo ha inventado».

A pesar de que no hubo acusación de fraude electoral a raíz de esta estrategia, la cadena CNN indicó que los documentos si podrían ser de interés en la investigación actual, en la pugna por llegar al fondo de los hechos sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero.

El proceso ya ha vuelto a ponerse en marcha, con motivo de la demanda de Trump. Si Steve Bannon va a juicio, su testimonio podría inculpar a los involucrados en este caso.

«Enseña intención, un plan sofisticado, una estructura para defraudar la elección ilegal e inconstitucionalmente», compartió con la CNN una fuente cercana a la investigación. 

Bannon, sin embargo ha argumentado previamente que no puede cooperar con el comité hasta que las cuestiones de privilegio ejecutivo del que goza el presidente de Estados Unidos sean resueltas por los tribunales.

Su abogado ha dicho que «los privilegios ejecutivos pertenecen al presidente Trump» y «debemos aceptar su dirección y honrar su invocación del privilegio ejecutivo».

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