Norodom Ranariddh (1944-2021)
El Príncipe Norodom Ranariddh, el 'Pacificador de Camboya'
Siempre a la sombra de su carismático padre, el Rey Sihanuk, pilotó como primer ministro la compleja transición del país asiático antes de ser derrocado
Norodom Ranariddh
Príncipe, político y académico
Hijo del Rey Sihanuk y de Phat Kanhol, una bailarina convertida en la primera de sus seis mujeres. Desempeñó los cargos de primer ministro de Camboya entre 1993 y 1997 y de presidente de la Asamblea Nacional entre 1998 y 2006.
El Príncipe Norodom Ranariddh era demasiado joven mientras su padre, el Rey Sihanuk (1922-2012), atravesaba su época de mayor esplendor político entre los años cincuenta y sesenta; y vivía en el exilio –sin muchas esperanzas de retorno– cuando entró en edad de desempeñar cargos de responsabilidad. De ahí que optara por una carrera académica en Francia tras obtener un doctorado en Derecho marítimo. Sin embargo, en 1983 aceptó de buen grado la orden de su padre de asumir el mando del Funcinpec (acrónimo del Frente Unido Nacional por una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperativa), principal fuerza opositora al régimen que se impuso en Camboya a raíz de la invasión vietnamita de 1979.
Sin apartarse de la estrategia paterna, a veces ambigua e incomprensible, el Príncipe perfiló, con temple, un estilo político que desembocó en 1993 en el restablecimiento en el trono del Rey Sihanuk y en una clara victoria en los primeros comicios democráticos, siendo ambos episodios los pilares de un plan de paz patrocinado por la comunidad internacional y puesto en marcha bajo los auspicios de Naciones Unidas. Lo que tal vez no contemplaba el plan era que el Príncipe se convirtiera en el primer ministro de su propio padre.
Así empezó a andar la singular transición camboyana hasta que el líder comunista Hun Sen, último primer ministro de la dictadura saliente y derrotado por Ranariddh en las urnas, amenazó con reactivar sus milicias si no le asociaba al poder; por lo que al Rey y a su hijo no les quedó más remedio que nombrarle viceprimer ministro. Como Hun seguía controlando importantes resortes del aparato estatal, no le costó ir imponiendo paulatinamente su autoridad. Ante este escenario, se hizo con todo el poder ejecutivo durante el verano de 1997, cuando el Príncipe se disponía a cesarle para aliarse, entre otros, con los herederos de los Jemeres rojos.
Hun sigue encabezando el Gobierno en una dictadura de facto que respeta la forma monárquica del Estado, encarnada en la persona del Rey Norodom Sihamoni, medio hermano de Ranariddh y nueve años más joven que él. Si la continuidad dinástica no se ciñe a reglas clásicas de primogenitura se debe a la principal peculiaridad de la Monarquía camboyana: una vez que haya fallecido o abdicado el Rey de turno, su sucesor es elegido entre los descendientes –varones y mayores de 30 años– del Rey decimonónico Ang Duong por el Real Consejo del Trono, organismo integrado por el primer ministro, los presidentes y vicepresidentes de las cámaras y los «patriarcas supremos» de las dos principales órdenes budistas del país. El poder político controla la sucesión.
En 2004, año de la renuncia de Sihanuk, Ranariddh ya se había apartado de la sucesión, consciente de su falta de idoneidad: el compromiso partidista con el Funcinpec, su derrocamiento y posterior vuelta a Camboya, donde perdió las elecciones de 1998 contra Hun, si bien obtuvo la presidencia de la Asamblea Nacional. Este cargo le permitió votar a favor de su medio hermano. Por su parte, todos sus intentos de recuperar el Gobierno fueron vanos.