Hong Kong
Hong Kong retira la estatua que conmemoraba la masacre estudiantil de Tiananmen
El monumento era un tributo a los más de 300 manifestantes pro democracia asesinados por las autoridades en 1989
La Universidad de Hong Kong, institución destacada del país, ha desmontado y retirado una estatua de su campus, que durante más de dos décadas conmemoraba la masacre a los manifestantes estudiantiles pro democracia asesinados durante el enfrentamiento en la plaza Tiananmen, en 1989.
La estatua, bautizada como «El Pilar de la Vergüenza», mostraba una torre de torsos humanos agonizantes. Funcionaba como tributo a las muertes de más de 300 personas, tópico tabú en China, donde no puede conmemorarse públicamente. La estatua era un símbolo crucial de las libertades que China prometió a Hong Kong en 1997, en el momento de su reincorporación al régimen chino, que diferencian la región del resto del país.
«[La decisión] sugiere que las libertades de Hong Kong podrían terminarse pronto», lamenta Ed, estudiante de la Universidad de Hong Kong, a El Debate. «Refleja que la voz del Gobierno en Beijing es más fuerte que la del pueblo de Hong Kong».
«No creo que la Universidad haya quitado la estatua sin que se lo haya pedido el Gobierno», adivina el estudiante. «Estaba en pleno corazón del campus, al lado del comedor, y pasábamos por delante a menudo yendo de clase en clase».
El Consejo de la Universidad de Hong Kong explicó en una declaración que la decisión de retirar la estatua surgió «a raíz de asesoría legal externa, y evaluación de riesgos para los intereses de la Universidad».
«El Consejo de la Universidad ha solicitado que se guarde la estatua en el almacén, y la universidad seguirá buscando opinión legal sobre cualquier acción próxima», rezaba.
El personal universitario ha colocado macetas de flores de pascua, decoración navideña típica en Hong Kong, sobre el lugar donde antaño se irguió el «Pilar de la Vergüenza».
Olvidar la tragedia
El escultor danés Jens Galschiot, autor del monumento, compartió en una declaración que estaba «completamente chocado», y que «pediría indemnización por cualquier daño a su propiedad privada».
En su declaración, la Universidad argumentó que ninguna entidad había obtenido los permisos necesarios para exhibir la estatua en el campus, y que mantenía el derecho de «tomar medidas adecuadas» en cualquier momento. También tachó la estatua de «frágil», y alegó que suponía «posibles riesgos de seguridad».
Uno de los supervivientes a la masacre de Tiananmen, Wang Dan, condenó la decisión desde su nueva residencia en Estados Unidos. La tachó de «intento de borrar la historia y recuerdos escritos con sangre».
Ed, estudiante en la Universidad, explica que «los estudiantes la veían como símbolo de libertad, y ahora que ya no está, podría representar el principio del autoritarismo».
China nunca ofreció una declaración completa sobre el enfrentamiento en Tiananmen en 1989. Los oficiales estimaron el número de fallecidos durante las protestas prodemocráticas en 300, pero los grupos de defensa a los derechos humanos y testigos consideran que en realidad perdieron la vida miles de personas.
«Lo que busca el Partido Comunista es que todos olvidemos la tragedia. Es muy desafortunado», lamenta John Burns, profesor de política en la Universidad de Hong Kong.