Isabel II se acuerda del difunto duque de Edimburgo en su discurso navideño: «Le echo de menos»
En un mensaje grabado en el castillo de Windsor y emitido este sábado 25 de diciembre, la Reina de Inglaterra se mostró empática y cercana: «Navidad puede ser difícil para aquellos que han perdido a sus seres queridos. Este año entiendo particularmente el por qué»
Su mirada «traviesa», su «sonrisa familiar», su compromiso «pionero» con el medioambiente... En su tradicional mensaje de Navidad este sábado, la Reina Isabel II confesó que echa «de menos» a su difunto esposo Felipe de Edimburgo. La regente británica se ha mostrado empática y cercana hablando del duque de Edimburgo, que falleció en abril de este año. «Aunque para muchos es un momento de mucha felicidad y alegría, Navidad puede ser difícil para aquellos que han perdido a sus seres queridos. Este año entiendo particularmente el por qué», declaró la soberana en un mensaje grabado en el castillo de Windsor que arrancó con la interpretación del himno nacional a cargo de la banda de la Legión británica. El mensaje de Isabel II finalizó con el villancico O Little Town of Betlehem.
Isabel II apareció con un vestido rojo, sentada junto a una fotografía de 2007 en la que ella y su marido se miran y se sonríen, tomada durante sus bodas de diamante (60 años de matrimonio). También llevaba el broche de zafiro con forma de crisantemo, que lució el día de su boda de miel tras contraer matrimonio con Felipe en 1947. La reina, de 95 años, afirmó haber «vivido mucho consuelo» con los numerosos homenajes que recibió tras la muerte del duque de Edimburgo, en abril, a los 99 años.
La reina de Inglaterra, que habló con ternura del hombre con el que estuvo casada durante 73 años, se detuvo en «su sentido del deber, su curiosidad intelectual y su capacidad para divertirse en cualquier situación». «El brillo travieso e inquisitivo (de sus ojos) era tan brillante al final como cuando le vi por primera vez», añadió.
«Aunque le eche de menos y su familia le eche de menos, sé que querría que disfrutáramos de la Navidad», añadió la reina delante de un iluminado árbol de Navidad, mientras insistió en la «felicidad» de esta fiesta «a pesar de que nos falte la risa familiar».
2021, un año difícil
2021 fue un año difícil para la longeva soberana, que perdió a su marido y tuvo que renunciar a muchos de sus compromisos por la baja forzada que le obligaron a tomar sus médicos, después de haber pasado una noche en el hospital en octubre, por motivos nunca explicados. Las primeras fiestas navideñas sin su marido, al que ella calificó de «roca», son aún más tristes por el rápido aumento de casos de covid-19 en el Reino Unido.
Tras haber anulado su tradicional almuerzo previo a las fiestas de Navidad, Isabel II tuvo que renunciar también a celebrar estas fiestas en Sandringham, en el este de Inglaterra, y se quedó en el castillo de Windsor, cerca de Londres.