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Imagen de archivo del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021

Imagen de archivo del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021AFP

Aniversario del asalto al Capitolio

Biden responsabilizará a Donald Trump del asalto de sus partidarios al Capitolio

En el aniversario del asedio y asalto a la sede del poder legislativo estadounidense, el presidente Biden rechazará la violencia política como norma

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no aflojará la presión sobre su predecesor, Donald Trump, por el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y subrayará su «responsabilidad singular» en los hechos.

Este jueves se cumple un año del asedio y ocupación del Capitolio, sede del Congreso y el Senado de Estados Unidos, por partidarios enfurecidos del ex presidente Donald Trump. Los asaltantes trataban de evitar la toma de posesión de Biden al considerar que se había producido fraude en las elecciones del 3 de noviembre de 2020 en las que el magnate perdió frente al actual inquilino de la Casa Blanca.

En el discurso del presidente previsto para las 9:00, hora de Washington, las 15:00 de España, para recordar aquellos acontecimientos, Biden se preguntará: «¿Vamos a ser una nación que acepte la violencia política como norma? (...) ¿Vamos a ser una nación que permita que los funcionarios electorales partidistas anulen la voluntad legalmente expresada por el pueblo?», según fragmentos del discurso filtrados a la prensa y difundidos por AFP.

El presidente añadirá en su discurso a la nación que pronunciará en la Sala de las Estatuas del Capitolio junto con la vicepresidenta Kamala Harris, que «no podemos permitirnos ser ese tipo de nación».

El presidente de EE.UU. Joe Biden

El presidente de EE.UU. Joe BidenGetty Images via AFP

Hace un año, en ese mismo lugar, desfilaban los partidarios de Donald Trump, dejando estupefactos a Estados Unidos y al mundo.

Una turba tomaba por asalto el venerable edificio en un intento por impedir que los congresistas certificaran la victoria de Biden en las elecciones.

En una comparecencia el miércoles ante los medios de comunicación, el portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que Biden «ve el 6 de enero como una trágica culminación de lo que cuatro años de la presidencia de Trump le han hecho a este país».

Los republicanos parecen privilegiar, por su parte, un perfil bajo. El jefe de los conservadores en el Senado, Mitch McConnell, acudirá a un funeral en el sur del país, lejos de las conmemoraciones en Washington. El propio Trump anuló una rueda de prensa prevista desde su mansión de Florida.

El ex presidente republicano, que no suele recular, ha estimado quizá que hablar en este día sería una provocación excesiva. O tal vez cambió de parecer porque una investigación parlamentaria sobre los instigadores de la violencia en el Capitolio se acerca cada día más a él, dejándole contra las cuerdas.

«La nación se tambalea»

Pero no por ello moderó su discurso. El martes tachó de «crimen del siglo» el fraude que, según afirma sin prueba alguna, empañó las elecciones presidenciales de 2020.

Partidarios de Donald Trump dentro del Capitolio

Partidarios de Donald Trump dentro del CapitolioAFP

Y esta teoría va ganando terreno, bastante más allá de la muchedumbre enfurecida del 6 de enero de 2021.

Una encuesta del sitio de información Axios estima que solo el 55% de los estadounidenses están convencidos de que el demócrata Biden, que derrotó a Trump por 7 millones de votos, fue elegido según las reglas.

«Nuestra gran nación se tambalea al borde de un abismo cada vez más grande. Sin una acción inmediata, realmente corremos el riesgo de una guerra civil y la pérdida de nuestra querida democracia», advirtió en el diario The New York Times el expresidente Jimmy Carter, quien se ha convertido para muchos estadounidenses en una autoridad moral.

A esta nación profundamente dividida, Biden quiere proponer una ruta para fortalecer la democracia estadounidense. El presidente intenta adoptar proyectos de ley sobre el acceso de las minorías al derecho al voto.

Biden viajará el martes al Estado de Georgia, Estado emblemático de las batallas pasadas y presentes por los derechos civiles, para denunciar «los intentos perversos de despojar a los ciudadanos honestos de sus libertades fundamentales», informó la Casa Blanca.

Pero frente a los estados conservadores del sur que multiplican las leyes que complican el acceso a las urnas a afroamericanos y latinos, el margen de maniobra de Joe Biden es limitado.

Los demócratas no solo controlan el Congreso por escaso margen, sino que la popularidad del presidente en la opinión pública se ha desgastado después de casi un año en la Casa Blanca.

Un desgaste que se debe a una acumulación de factores: el hartazgo ante una nueva ola de la pandemia de COVID-19, la subida de la inflación y el recuerdo de una retirada caótica de Afganistán.

Según el sitio FiveThirtyEight, poco más del 43% de los estadounidenses confían en él para dirigir la primera potencia mundial.

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