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AFP

AFPDiputados protegen con una mampara al presidente del Congreso durante su toma posesión del cargo

Honduras

Batalla campal en la apertura del Congreso en Honduras

Xiomara Castro denuncia «traición» y expulsa del partido a los diputados rebeldes

Y con ella, llegó el escándalo. El Congreso de Honduras, que acompañará la Presidencia de Xiomara Castro, se instauró, de forma provisional, con una batalla campal entre los diputados. Lo irónico es que el enfrentamiento, a golpes, se produjo entre los seguidores de la presidente electa que asumirá su cargo este jueves. Irritada por la «traición», según sus palabras. La primera mujer en ocupar la Presidencia de Honduras anunció que jurará su cargo ante un juez para evitar el Congreso.

El enfrentamiento terminó con un saldo negativo para la mujer del expresidente derrocado en 2009, Manuel Zelaya: la oposición se quedó con la titularidad de la Cámara Baja y su Gobierno, antes de asumir, quedó debilitado y salpicado por el escándalo.

La trifulca comenzó después de que el ministro de Gobernación, Leonel Ayala, abriera la sesión y 20 diputados del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), al que pertenece Castro, propusieran como presidente provisional a Jorge Cálix, y violase un pacto previo con un partido aliado.

Ayala llamó a Cálix, uno de los disidentes, a subir a la mesa de la directiva y le tomó juramento. En medio de gritos de «traidores» y «Xiomara», siete diputados leales a Castro subieron a agredir a Cálix y lo obligaron a huir.

El diputado de Libre, Rasel Tomé, denunció que Ayala, del oficialista Partido Nacional (PN, derecha), «ilegalmente le cedió la palabra» a los diputados que «traicionaron el mandato que el pueblo dio a Xiomara Castro» en las elecciones pasadas.

Ayala justificó a una televisora local que la elección de Cálix «fue acompañada por 83 firmas»; muy por encima de las 65 requeridos. Los 20 diputados rebeldes fueron expulsados de Libre, anunció por la noche la presidenta electa quien los calificó de «traidores» y «corruptos».

Con Cálix en la presidencia del Congreso, el Partido Nacional, derrotado en las urnas, «logra maniobrar y lograr el control del Congreso Nacional», reflexiona el analista y profesor de la Universidad Nacional Eugenio Sosa. «Se corre el riesgo de una ingobernabilidad, de enfrentamientos de poderes», producto «de una amalgama siniestra de crimen organizado (y) redes de corrupción para mantener la impunidad», agregó.

Traición contrarrevolucionaria

El dirigente de Libre, Gilberto Ríos, declaró que detrás de los 20 diputados están, «el crimen organizado, el poder financiero, el narcotráfico y los equipos que saquean los recursos del Estado», que quieren frenar los proyectos de Castro contra la corrupción y la impunidad.

La crisis al interior de Libre estalló cuando la presidenta electa, que ganó en las elecciones del 28 de noviembre al candidato del PN, Nasry Asfura, convocó a los 50 diputados de su partido para pedirles que apoyaran al legislador Luis Redondo como presidente del Legislativo, pero 20 no asistieron al encuentro.

«La ausencia de los 20 diputados es el augurio de una traición contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrocó la narcodictadura (...) al imponer un plan de la élite corrupta que dirige (el actual presidente) Juan Orlando Hernández», declaró la presidenta electa tras aquella reunión, celebrada a fines de semana.

Castro ganó las elecciones con la propuesta de impulsar transformaciones sociales que rescaten al país de la pobreza, la corrupción y el narcotráfico que infiltró las estructuras del Estado, lo que ha sido bien visto por Estados Unidos al favorecer su política antimigratoria.

Xiomara Castro se impuso con una alianza entre Libre, coordinado por Manuel Zelaya y el Partido Salvador de Honduras (PSH), del excandidato Salvador Nasralla. Uno de los compromisos asumidos por la alianza era nombrar a Nasralla vicepresidente y cederle la presidencia del Congreso. Nasralla propuso para ese cargo a Redondo.

Expulsión del partido de los disidentes

El Congreso está integrado por 128 diputados: 50 de Libre, 10 del PSH, 44 del PN, 22 del Partido Liberal (PL, derecha) y dos de dos partidos minoritarios. Los 20 diputados que se rebelaron violaron el acuerdo de Libre con Nasralla al desconocer a Redondo y proponer a Cálix.

Castro acusó a los disidentes de «traicionar el acuerdo constitucional» y «hacer alianzas con los representantes del crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico» del PN, subrayó. «Procede la expulsión de quienes traicionaron (...) el proyecto de refundación de nuestra patria» prometido por Castro, publicó Zelaya en un tuit.

El diputado Tomé había anunciado «un ultimatum que si no rectificaban» pero horas después Castro anunció la expulsión. «Por aclamación de manera unánime resolvemos y aprobamos, de forma extraordinaria, declarar la expulsión definitiva de los diputados» disidentes, afirmó Castro luego de una reunión de urgencia de su partido. «A partir de la ahora pierden su condición de militantes activos de nuestro partido», añadió.

Junto con otros altos cargos como el presidente del Congreso, Castro tomará posesión del cargo este jueves, en una ceremonia en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. A la misma asistirá, entre otros, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.

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