Afganistán
Los talibanes asesinaron a más de 100 miembros del anterior gobierno afgano
Un informe de la ONU demuestra que la supuesta amnistía decretada por el gobierno talibán es falsa
Asesinatos de rivales políticos, represión de protestas pacíficas y reducción de los derechos de las mujeres. Un informe de la ONU ha revelado la verdadera naturaleza del gobierno de los talibanes en Afganistán.
Las declaraciones de los responsables talibanes sobre sus supuestas intenciones de respeto a los derechos humanos y amnistía han dado lugar a asesinatos, desapariciones y encarcelamientos.
En el informe de la Naciones Unidas, difundido por AFP, se señala que, desde su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes han asesinado a más de 100 personas con responsabilidades en el anterior gobierno afgano y empleados en las fuerzas internacionales.
Según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en el informe, que los talibanes han rechazado, se afirma que «a pesar de los anuncios de una amnistía general para antiguos miembros del gobierno, miembros de las fuerzas de seguridad y para quienes trabajaron con las fuerzas militares internacionales, la UNAMA (la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán) continuó recibiendo denuncias creíbles de asesinatos, desapariciones forzadas y otras violaciones hacia estas personas».
Por lo tanto, el informe da credibilidad a las informaciones sobre los asesinatos cometidos desde la toma de Kabul el 15 de agosto por parte de los talibanes. Más de dos tercios de los asesinatos se produjeron «de forma extrajudicial por mandato de las autoridades de facto».
Los talibanes, a través de un mensaje en Twitter de su ministro del Interior, negaron los asesinatos: «El Emirato Islámico no ha matado a nadie desde el anuncio de la amnistía».
Sin embargo, en el informe de la ONU se demuestra que en Afganistán «se sigue atacando a defensores de los derechos humanos y a trabajadores de los medios de comunicación. Sufren intimidación, acoso, detenciones arbitrarias, malos tratos y asesinatos».
En el informe se señala también la situación social límite de la población afgana: «Todo el sistema social y económico ha colapsado», afirmó el secretario general de la ONU, y citó la falta de trabajo y la desescolarización de las niñas.
Guterres hizo hincapié en que Afganistán sufre un desastre humanitario que, si bien tiene su origen en problemas estructurales de hace años, ha empeorado en los últimos meses con la llegada de los talibanes al poder.
La victoria talibán hizo que la comunidad internacional congelara la ayuda a Afganistán, un país que es completamente dependiente de la ayuda extranjera. La situación se ha visto agravada por la pobreza extrema y la sequía, que ha puesto en situación de escasez de alimentos a la mitad de la población afgana.