Vladimir Putin en un homenaje a los caídos en la Segunda Guerra Mundial
Crisis ucraniana
Rusia tensa la cuerda antes de la conversación de Blinken y Lavrov: «No vamos a retroceder»
La embajada rusa en Washington acusa a Estados Unidos de urdir un «golpe nacionalista en Kiev»
Rusia ha realizado una declaración de intenciones antes de la conversación telefónica entre Antony Blinken y Sergey Lavrov y ha advertido que no van a dar marcha atrás en su desafío en Ucrania: «No vamos a retroceder».
El Secretario de Estado de Estados Unidos y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia hablarán este martes por teléfono para tratar de avanzar en las negociaciones para iniciar una desescalada en la frontera oriental de Ucrania, donde el ejército ruso ha concentrado a más de 100.000 soldados.
Por medio de un comunicado difundido en el perfil oficial de Facebook de la embajada de Rusia en Washington, el gobierno de Vladimir Putin señaló que «no vamos a retroceder y permaneceremos firmes ante las amenazas de sanciones de Estados Unidos». «Es Washington, no Moscú, quien genera las tensiones».
En su mensaje, en respuesta a otro comunicado difundido por la Secretaría de Estado en Twitter donde se afirmaba que «fue Rusia la que invadió Ucrania en 2014, ocupó Crimea, controla las fuerzas armadas en Donbás (la región separatista pro rusa del este de Ucrania) y situó más de 100.000 tropas en la frontera con Ucrania».
En la embajada rusa replicaron que «fueron los estadounidenses los que alentaron el golpe nacionalista radical en Kiev», en referencia a la revolución del Maidán de 2014 que provocó la caída del régimen autoritario del presidente pro ruso Viktor Yanukovich.
Según el comunicado de la delegación diplomática rusa, en el contexto de los sucesos del Maidán en 2014, «se amenazó a la población de Crimea con el exterminio, por lo que votó a favor de la incorporación a la Federación Rusa».
La embajada de Rusia en Washington denunció también que «Estados Unidos suministran modernas armas ofensivas a las autoridades ucranianas para fomentar los planes del gobierno de Vladimir Zelensky de resolver el problema en Donbás por la fuerza».
Afirma también que «fue Estados Unidos quien, violando el principio de seguridad indivisible, situó infraestructura militar cerca de las fronteras rusas». Asimismo, insiste en que «el movimiento de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa dentro de nuestro propio territorio es nuestro derecho soberano y no supone una amenaza para nadie».
Amenaza contra toda Europa
En la tarde de este lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU mantuvo una reunión sobre la situación en Ucrania. La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield advirtió en la reunión que «la agresión de la Federación rusa no sólo es una amenaza contra Ucrania sino contra toda Europa».
Thomas-Greenfield acusó a Rusia de alterar el orden internacional y de haber incumplido «el principio de que un país no puede modificar las fronteras de otro por la fuerza, ni tampoco que otro país viva bajo un gobierno que no ha elegido».
La embajadora estadounidense ante la ONU destacó que el desafío ruso implica «la concentración de tropas más importante en Europa en décadas».
Su homólogo ruso, Vassily Nebenzia, por su parte, negó las acusaciones de tener planes de invadir Ucrania, acusó a Estados Unidos de «generar histeria» y de «engañar a la comunidad internacional» y aseguró que «no hay pruebas» que sostengan los supuestos planes de invasión: «El hecho de hablar de una amenaza de guerra es una provocación en sí misma», advirtió.
