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Emblema del violento grupo paramilitar, que legalmente no existeOCCRP

Guerra Rusia - Ucrania

Así es el Grupo Wagner de Rusia: el sanguinario ejército nazi que Putin ha enviado para asesinar a Zelenski y a su familia

Bolodimir Zelenski no se rinde pero Vladimir Putin tampoco. El primero lucha con las armas y las leyes de la guerra, porque las guerras, también tienen sus normas escritas. El ruso, es sabido, va por libre y su ley es que no hay ley. Decepcionado porque no logró someter Ucrania en una invasión relámpago, Putin recurrió a las armas más bajas y que mejor conoce: trasladó al grupo Wagner a Ucrania, integrado por miles de brutales mercenarios, y ordenó que unos 400 se instalen en Kiev para asesinar a Zelenski, el hombre que demuestra un coraje inesperado y que, al menos, ha conseguido ralentizar sus planes.

Qué es y quién fundó el Grupo Wagner

Dmitry Utkin es el fundador de este sanguinario ejército a sueldo. Veteranos de las dos guerras chechenas y con una inclinación hacia el nazismo, Utkin ha sido recibido por Putin en el Kremlin al menos una vez, en 2016, cuando condecorado con la Orden al Coraje por sus servicios en la guerra de Crimea. Su ideología nazi no es ningún secreto, de hecho la milicia de mercenarios que fundó debe su nombre a Richard Wagner, uno de los compositores de música alemanes que Hitler ensalzó durante el Tercer Reich. En una fotografía de Utkin se puede apreciar los tatuajes que lleva en los hombros simulando los parches que llevaban los oficiales de las temidas SS del nazismo.

El fundador del grupo Wagner, mercenarios al servicio del Kremlin, con tatuajes pronazis

Los elegidos son los milicianos del grupo Wagner, una organización paramilitar que responde al Kremlin. Cinco semanas atrás, según informa The Times, seleccionaron a mercenarios que se encontraba en África y los trasladaron a Kiev con el fin de boicotear y derrocar al Gobierno, a cambio de jugosas cantidades de dinero. La operación no funcionó y ahora el objetivo inmediato es liquidar a Zelenski, a su Gobierno y al resto de los nombres que figuran en la lista negra de Putin.

Wagner es una empresa militar privada ligada a los proyectos y planes del Kremlin en todo el mundo. Su propietario es Yevgeny Prigozhin, un oligarca conocido como: «El cocinero de Putin». El grupo ha desarrollado acciones sobre el terreno en África y Oriente Medio. A ellos, según detalla The Times, también les atribuyen la desestabilización del país, del 2014. Es conocida la brutalidad de sus acciones. En su participación en conflictos en África quedó acreditada su extrema violencia con violaciones y asesinatos de civiles demostrados. Además, también es conocida la poca importancia que le dan a las bajas que se puedan producir en sus efectivos con tal de conseguir el objetivo por el que les pagan.

El general Sir Richard Barrons, ex comandante de Fuerzas Conjuntas, los considera, en términos diplomáticos, «muy efectivos». «Pueden aparecer de las sombras, cometer actos muy violentos y después volver a desaparecer, sin que sea obvio quién fue el responsable (de la atrocidad)», explicó. La coartada que tienen, como los llamados colectivos venezolanos, es «que no están vinculados oficialmente al Gobierno ruso y, por lo tanto, pueden negar» todos sus crímenes y su relación con el Gobierno.

La información de que miembros de grupo Wagner se encontraban en territorio ucraniano, la recibió el sábado pasado Zelenski. Su reacción fue declarar de inmediato un toque de queda que duró 36 horas y desplegar sus fuerzas por la capital de país para localizar y neutralizar a los asesinos a sueldo. En el mensaje que transmitió entonces a la población advertía que aquellos que salieran a las calles serían vistos como colaboradores de Moscú y serían «liquidados». The Times asegura que en enero ya había dentro de Ucrania, entre dos mil y cuatro mil mercenarios. Una parte de estos se quedó en la región del Donbás para combatir, cuando se produjera la invasión, en las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk mientras unos 400 habrían entrado al país desde Bielorrusia, el aliado de Putin, y dirigido a la capital donde aguardan el momento adecuado para cumplir su misión.

The Times asegura que este contingente permanece alerta aunque simularía una tregua para que Moscú pueda mostrar al mundo que, supuestamente, está negociando, pero que todo será «humo» y «espejos». Zelenski aceptó enviar hoy una delegación a la frontera con Bielorrusia para tratar de llegar a algún acuerdo que signifique detener esta invasión. Rusia había exigido inicialmente que depusiera las armas para negociar pero a última hora aceptó abrir una mesa de diálogo aunque sigan cayendo las bombas.

Según The Times, los mercenarios presumen que saben en todo momento, dónde se encuentra el presidente de Ucrania, que suele mandar vídeos a través de su cuenta de Twitter varias veces al día para demostrar que no ha huido. Zelenski advirtió la pasada semana que él era el objetivo número 1 junto con su familia. Estados Unidos le ofreció una salida para escapar y salvar la vida, según contó, pero su respuesta que reproduce The Times, fue: «Necesito municiones, no un viajecito».