Guerra Rusia-Ucrania
Diez rusos muertos por cada ucraniano caído: radiografía de la lenta ofensiva del Kremlin
Rusia valora un cambio de estrategia para atacar objetivo por objetivo. Ese escenario exige recursos y una guerra más larga. Hay preocupación en ese caso por la posible utilización de armas no convencionales, con la excusa de una operación de falsa bandera
Los cálculos del Kremlim sobre la ofensiva rusa sobre Ucrania han sido, sin duda, erróneos. La fuerte resistencia ucraniana ha ralentizado el avance ruso, cuyo ejército está sufriendo cuantiosas pérdidas. A continuación, desarrollamos una radiografía militar de la guerra basada en la información de diferentes fuentes especializadas, cribada durante los primeros 22 días de invasión:
- Fuerzas Armadas rusas: fuentes ucranianas reportan la muerte de unos 12.000 soldados rusos, 3.150 heridos y unos 300 prisioneros. Esas mismas fuentes afirman que se han destruido 46 aviones, 68 helicópteros, 290 carros de combate, 454 vehículos genéricos, 3 embarcaciones, 60 cisternas, un sistema de misiles o 999 VCI. La cifra de fallecidos en este conflicto no ha sido determinada aún oficialmente. Algunas fuentes elevan ya las víctimas rusas hasta las 20.000, pero aún es muy pronto para fijar la cifra, que por otra parte va incrementándose rápidamente a medida que pasa el tiempo. Algunos especialistas consideran que, con estos datos, la proporción más aproximada sería de diez muertos rusos por cada fallecido ucraniano. Pero la realidades es muy confusa y hará falta tiempo para conocer la terrible cifra negra de las víctimas mortales. Además, existe una «guerra» de cifras entre ambos bandos contendientes que supone una dificultad añadida.
- Fuerzas Armadas ucranianas: Fuentes rusas aseguran haber causado 2.870 muertos y 3.700 heridos. Aseguran asimismo haber acabado con 1.067 objetivos, 56 radares, 23 centros de comunicaciones, 8 aviones de combate, 6 helicópteros o 223 carros de combate.
Según estas cifras, la resistencia ucraniana estaría haciendo mella en los invasores: los soldados rusos mueren en una proporción de diez a uno sobre los defensores ucranianos.
La principal conclusión es que la ofensiva rusa sigue siendo lenta, sin alcanzar ninguno de sus objetivos estratégicos. Las fuerzas ucranianas, por su parte, mantienen el control de las principales ciudades del país. Como se ha podido comprobar a través de expertos militares, los ucranianos están hostigando con sus unidades ligeras las columnas de vehículos rusas a lo largo de las principales vías de comunicación, provocando numerosas pérdidas. Así va la ofensiva desde el punto de vista territorial:
Frente sur
Las fuerzas rusas del frente sur están avanzando con éxito, controlando la práctica totalidad del corredor de Mariupol y amenazando desde el norte el puerto de Odesa. Sus esfuerzos están centrados en la toma de Mariupol, donde controlan la parte sur de la ciudad. Al mismo tiempo se intensifica la ofensiva sobre Mykolaiv. Los rusos amenazan desde el norte el puerto de Odesa.
Frente norte
Ofensiva sobre Velyka, Dymerka y Chernigov, con fuertes pérdidas por parte de los rusos. En el caso de Chernigov, está siendo envuelta lentamente por los rusos. Los combates prosiguen al noroeste de Kiev, donde se trata de afianzar un cerco.
Frente oriental
Se desarrollan intensos combates y ataques aéreos por el control de Volnovaja. Hay fuerzas rusas detenidas frente a Haidach, Zin'Kiv e Izium. Por otra parte, algunos especialistas consideran que existe riesgo para las fuerzas ucranianas que marcharon al contraataque al noreste de Chuguev, ya que podrían quedar aisladas.
Frente oeste
Se han registrado ataques aéreos en Lutsk y en la base aérea de Ivano-Frankivsk. La base militar de Yavoriv sufrió un ataque con el lanzamiento de ocho misiles.
Los próximos pasos de la ofensiva
Pese a la lentitud de la ofensiva, los especialistas consideran que las tropas rusas continuarán su lento avance, continuando con su asalto a Mariupol y el establecimiento de un cerco a Kiev, donde se centrará el esfuerzo principal. La escasez de recursos, unido a la falta de ficacia militar, estaría auspiciando un giro en la estrategia rusa. Se percibe un intento de concentrar esfuerzos militares sobre un mismo objetivo, en lugar de sobre varios a la vez. En este sentido, el objetivo prioritario sería Mariupol, para después centrarse en Odesa o la zona sur del Donbas. De confirmarse esta tendencia, apuntada por observadores militares, la guerra podría entrar en una dinámica muy diferente a la actual.
Esta estrategia requiere de tiempo y recursos, por lo que el conflicto podría prolongarse en el tiempo. En este punto se plantean dos escenarios:
- A) una solución negociada. Lo cierto es que, aunque ambas partes han asegurado que existen avances en la mesa de negociación, los enfrentamientos siguen siendo encarnizados.
- B) Las fuerzas rusas podrían plantearse acelerar la toma de las grandes ciudades, como Kiev y Kharkov. En este escenario preocupa la posible utilización de armas no convencionales, peligro del que ya alertó Estados Unidos. En este caso se cree que los militares rusos podrían tratar de justificar el empleo de esas armas químicas en respuesta a una operación de falsa bandera, que justificase su utilización y llevara a una rápida resolución de la guerra.
«Neutralizar» al presidente ucraniano
Se considera que uno de los objetivos prioritarios de Rusia es «neutralizar» al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a cargo de mercenarios o grupos paramilitares pro-rusos. Hay que tener en cuenta que la mayoría de la población ucraniana está apoyando incondicionalmente a su presidente. Zelenski está afianzando su liderazgo a través de las redes sociales y medios de comunicación para movilizar a la población. No es desdeñable, por otra parte, el efecto que las sanciones económicas están provocando en la estabilidad de Rusia.
Los esfuerzos secundarios rusos se orientarán a la toma de Kharkov, al cierre de la salida al mar a Ucrania y al control del Donbas. El objetivo más inmediato es asimismo el asalto a Mariupol y el avance hacia Odesa y Zaporiyia. Por otra parte, se prevé que los rusos continuarán su avance hacia el norte del Donbas y podrían amenazar la retaguardia de las fuerzas ucranianas establecidas frente a Donetsk.
China, Turquía e Israel
Analistas internacionales esbozan un apunte sobre el papel de China, Turquía e Israel. Estos tres países mantienen hasta el momento una postura neutral. China se inclina hacia Rusia, mientras que Turquía e Israel mantienen una postura equidistante. China sigue sin condenar la invasión, aunque se ha ofrecido como intermediario. En el caso de Turquía e Israel su ambigüedad se sustenta en intereses contrapuestos. En los Balcanes, es de destacar el apoyo incondicional de Serbia a la ofensiva rusa.