Desaparece en Ucrania un jubilado español tras ser supuestamente apresado por las tropas rusas

El ministerio de Asuntos Exteriores confirmó este martes que investiga el paradero de Mariano García Calatayud, un jubilado valenciano de 74 años y residente en Ucrania cuya pista se perdió el pasado viernes en el transcurso de una manifestación contra la ocupación rusa en la ciudad de Jersón, en la que vive García.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana han dado el aviso al Ministerio después de que el municipio de Carlet, del que es originario el desaparecido, haya alertado de los hechos tras tener conocimiento de los mismos a través de la propia familia. Al parecer, García habría sido apresado por el ejército ruso, cuyos efectivos lo metieron a un coche y se lo llevaron, según detalló la hermana del pensionista, Vicenta, en declaraciones a la televisión autonómica À Punt. «El móvil suena, pero no lo coge», puntualizó Vicenta, que ha tenido noticia del presunto arresto por medio de una amiga ucraniana de Mariano y que desconoce su estado de salud.

Jersón, la ciudad portuaria en la que reside García con su mujer, es la más grande ocupada hasta ahora por las tropas rusas y fue escenario este lunes de una protesta contra la invasión reprimida con fuego real (granadas de aturdimiento y disparos) por los soldados. Según el relato de la hermana, García habría tomado parte en esa manifestación cuando fue apresado por el Ejército.

El desaparecido, un exbrigada municipal de obras, se marchó a Ucrania tras la crisis de 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea y los combates estallaron en la región del Donbás. Abiertamente crítico con el Kremlin, García creó una asociación de envío de ayuda humanitaria para los civiles ucranianos y ha asegurado estar dispuesto a tomar las armas para defender Ucrania, a la que guarda un especial aprecio por los miles de menores de familias republicanas que ese país acogió durante la Guerra Civil española.

La invasión del pasado 24 de febrero no frenó su voluntad de ayuda, al contrario. Su hermana le pidió que volviera, pero él se negó en redondo. «Me dijo que de momento no, que estaba ayudando y no pensaba irse», apuntó Vicenta García en declaraciones a la televisión valenciana.

En estos momentos, García ayudaba al ejército ucraniano sobre el terreno llevando alimentos, ropa y medicamentos. Además, se había alistado en las milicias que controlan la ciudad por las noches. Su apresamiento constituiría el primer a un español acometido por tropas rusas.