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Ucrania tanques

Un tanque ucraniano avanza por una carretera del DonbásAFP

63 días de guerra

«Sé lo que se necesita para derrotar a Putin», afirma el expresidente de Ucrania

Viktor Yushchenko, que sufrió un intento de asesinato por parte de los servicios secretos rusos en 2004, ahora apoya la estrategia de Zelenski

Poca gente sabe lo que es enfrentarse a la ira vengativa de Vladimir Putin como el exprimer ministro y expresidente ucraniano Viktor Yushchenko.

Yushchenko llegó a la presidencia tras la Revolución Naranja de 2004 que desalojó del poder de forma temporal al presidente prorruso Viktor Yanukóvich. Yanukóvich volvió al poder en 2010 con ansias de venganza.

Su deriva autoritaria desembocó en una segunda revolución, la del Maidán de 2014, que lo apartaría definitivamente y llevaría al Kremlin a una primera invasión de Ucrania para arrebatar al país la península de Crimea y una parte del Donbás.

Viktor Yushchenko pagó cara su pretensión de liberalizar Ucrania, democratizarla, sacarla de la órbita de Moscú y llevarla hacia el mundo europeo y occidental.

Yushchenko, que ya había sido primer ministro antes de optar a la presidencia, sufrió un intento de asesinato por envenenamiento en un atentado atribuido a los servicios secretos rusos.

El atentado tuvo lugar en 2004 en plena campaña presidencial. El intento de asesinato se produjo durante una cena en Kiev con oficiales de los servicios de seguridad ucranianos.

Logró sobrevivir, pero sufrió una grave desfiguración. En el examen médico se detectaron unos niveles de dioxina mil veces más altos de lo normal.

Viktor Yushchenko conoce bien a Vladimir Putin. Mantuvieron un trato cordial cuando ambos ostentaban el cargo de primer ministro de sus respectivos países y una feroz rivalidad cuando Yushchenko desalojó a la marioneta de Putin en Kiev y alcanzó la presidencia de Ucrania.

En un artículo publicado en The Guardian, Viktor Yushchenko aseguró que «sé lo que se necesita para derrotar a este déspota brutal. He tratado con Putin antes».

En su análisis, Yushchenko coincidió con el actual presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en que el apoyo internacional traducido en ayuda financiera y envío de armamento al Ejército ucraniano «es la mejor arma que tenemos contra el dictador de Rusia», e insiste en que «un frente unido es ahora más crucial que nunca».

Yushchenko destacó que el Ejército ruso no solo no es invencible, sino que en los dos meses de invasión «han estado fracasando en todos sus intentos de conquistar Ucrania».

Explicó que «la razón de su fracaso es que no esperaban encontrar una resistencia tan feroz y heroica» tanto por parte de los militares ucranianos como de civiles que se han incorporado a grupos de defensa.

Aseguró que incluso su propia hija se inscribió como voluntaria para luchar una vez que comenzó la guerra. Son personas que «nunca han tenido ningún entrenamiento militar ni han estado en ningún tipo de situación de conflicto», pero que «muestran el espíritu inquebrantable del pueblo ucraniano».

Crímenes y destrucción «es exactamente lo que deberíamos esperar del salvaje Ejército ruso dirigido por el dictador Vladimir Putin».

El expresidente ucraniano se refirió a su propia experiencia. Recordó que, tras alcanzar la presidencia de Ucrania en 2004, Putin «emprendió una campaña activa en mi contra. Los extremos a los que estaba dispuesto a llegar para conseguir lo que quería quedaron claros».

«Desde entonces», añadió, «se ha convertido en un déspota brutal y completamente aislado que no puede soportar ninguna oposición».

Explicó que la solidaridad y el apoyo internacional a Ucrania «es algo que realmente molesta» al presidente Putin.

Llamó a la comunidad internacional a no relajar el apoyo a Ucrania a pesar de la fatiga que causan los largos meses de guerra. En un momento en que las tropas rusas tratan de reagruparse para centrarse en el Donbás, «es cuando debemos resolver ganar esta guerra».

«No podemos hacerlo sin apoyo externo. Esta guerra supone un momento decisivo no solo para la historia de Ucrania, sino también para la defensa de la democracia», argumentó.

Defendió que «esta guerra no es un conflicto regional entre Ucrania y Rusia, sino que se trata de una lucha contra la tiranía y el imperialismo».

«Nuestro Ejército sigue necesitando armas y asistencia militar por parte de todos nuestros aliados. Necesitamos asistencia monetaria para ayudarnos a tapar los agujeros que esta guerra está abriendo en nuestra economía, que antes era fuerte», explicó.

Viktor Yushchenko concluyó con el mensaje de que «creo firmemente que la victoria de Ucrania es inevitable».

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