Francia
Macron cambia el nombre de su partido de cara a las legislativas
La República en Marcha pasa a llamarse Renaissance y se integra en una coalición junto a sus socios centristas
Renaissance. Renacimiento. Es el nombre por el que se conocerá, dentro de unas semanas, a La República en Marcha, Lrem, la formación fundada en 2016 por Emmanuel Macron, para apuntalar su primera candidatura presidencial.
«Hoy iniciamos un movimiento de refundación de La República en Marcha para poder seguir ampliando este movimiento político que el presidente Emmanuel Macron creó hace algo más de seis años en un partido político que se llamará Renacimiento», dijo el secretario general de Lrem, Stanislas Guérini, durante una multitudinaria rueda de prensa celebrada en la sede central de París.
Guérini compareció rodeado del presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, –el personaje más poderoso del «régimen» tras el jefe del Estado– y de los líderes de los dos otros pilares de la coalición de Gobierno, el ex primer ministro, Édouard Philippe, líder de Horizons, y François Bayrou, del Movimiento Demócrata, Modem por sus siglas.
Guérini subrayó que será un «partido popular que tiene vocación de apertura» para «hacer siempre la opción de la Ilustración frente al oscurantismo», léase un antídoto contra extremismos y populismos, ya sean de izquierdas o de derechas.
El cambio de nombre se inscribe en el marco de la creación de una estructura más amplia, bautizada Ensemble (Juntos) y llamada a estructurar la mayoría parlamentaria durante la próxima legislatura que tendrá un mandato de cinco años.
Responde a una petición expresa de un Macron que no desea vivir de nuevo las dos experiencias negativas de los últimos años.
Los escenarios que Macron quiere evitar
El primero tuvo lugar entre 2014 y 2016, cuando era ministro de Economía y se enfrentó a arduas dificultades para sacar adelante la ley liberalizadora de servicios que lleva su nombre. El acoso de la activa minoría –los «frondeurs»– del ala izquierda del grupo parlamentario socialista obligó al entonces primer ministro, Manuel Valls, a hacer uso del artículo 49.3 de la Constitución.
Esta facultad, que corresponde en exclusiva al jefe de Gobierno, contempla la adopción de un texto sin votación, medida que solo puede ser revocada si en las siguientes 24 horas se presenta una moción de censura que derroque al Gobierno. De lo contrario, el proyecto de ley entra inmediatamente en vigor.
El segundo escenario que Macron quiere evitar es el que se produjo durante su primer mandato: un grupo parlamentario de dimensiones mastodónticas –más de 300 escaños sobre 577 que obtuvo en junio de 2017– que se fue paulatinamente escindiendo en cuatro por diferencias ideológicas.
Aunque en aquel momento no todos los nuevos grupos abandonaron la mayoría, Macron impulsa preventivamente un mínimo de coherencia ideológica junto a Horizons y Modem.
Eso sí: Lrem, o Renaissance dentro de unas semanas, tiene que conservar la hegemonía dentro de la estructura confederal Ensemble. Por eso se ha reservado 400 distritos electorales en exclusiva, cediendo entre 101 y 110 al Modem y 58 a Horizons. Ninguno presentará candidaturas en los distritos reservados a sus socios.