123 días de guerra en Ucrania
Rusia avanza imparable por el Donbás ante las dificultades de Ucrania para acceder a nuevas armas
Una vez ocupada toda la ciudad de Severodonetsk, las tropas rusas han iniciado el asalto al entramado urbano de Lysychansk
Tras la caída de la ciudad de Severodonetsk las tropas rusas avanzan imparables por el Donbás y ya amenazan la localidad de Lysychansk, la última plaza antes de alcanzar los límites de la región de Luhansk.
Según un informe de la agencia oficialista rusa Tass, citado por la agencia Reuters, las tropas rusas habrían comenzado a entrar en Lysychansk el domingo desde cinco frentes distintos apoyadas por intenso fuego de artillería.
Los defensores ucranianos tienen dificultades para mantener sus posiciones y están quedando aislados en varios barrios de la ciudad.
El inicio del asalto a Lysychansk se produce cuando Rusia ha bombardeado también la ciudad de Kiev, en el primer ataque que padece la capital ucraniana desde finales de abril.
Este domingo, Rusia ha bombardeado varios objetivos en diferentes regiones ucranianas. Según agencias locales, citadas por la agencia EFE, Rusia ha empleado en los ataques del domingo por la noche misiles balísticos Iskander.
Estos misiles de corto alcance tienen capacidad para albergar cabezas nucleares. Según denunció el alto mando ucraniano, los Iskander partieron desde territorio bielorruso, lo cual significaría que el país vecino ha dado un paso más en su implicación en la guerra.
Según el Estado Mayor ucraniano, el enemigo disparó más de 50 misiles desde tierra, mar y aire.
La particularidad, en esta ocasión, es que Rusia también ha empleado los bombardeos Tupolev TU-22M3 que, por primera vez, han realizado ataques con misiles X-22 desde el espacio aéreo de Bielorrusia.
«Rusia reanudó los ataques con misiles Iskander desde el territorio de Bielorrusia y, por primera vez, utilizó bombarderos de largo alcance Tu-22M3 desde el espacio aéreo bielorruso», señaló el parte de guerra ucraniano citado por la agencia EFE.
Además de los ataques lanzados desde los TU-22M3 y con los misiles Iskander, Rusia ha empleado, asimismo, misiles de crucero Kalibr lanzados desde el mar y que impactaron en las regiones occidentales ucranianas.
Rusia empleó también sistemas Tochka-U de lanzamiento de misiles Onyx desde tierra. Todos estos ataques, apuntó el alto mando ucraniano, son prácticamente imposibles de interceptar por las fuerzas armadas ucranianas con sus actuales capacidades.
«La velocidad de los misiles Onyx y X-22 supera los 3.000 kilómetros por hora. Mientras que los misiles Iskander se mueven en una trayectoria balística. Su eliminación es una tarea complicada para los sistemas de defensa aérea disponibles en Ucrania», según EFE.
Por ese motivo, en su intervención televisada este domingo ante los líderes del G7, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski pidió sistemas de defensa antiaéreos modernos y eficaces que permitan disuadir a Rusia de sus ataques.
«Nuestros socios deben moverse más rápido si realmente son socios y no meros observadores», reprochó Zelenski. «Los retrasos en las transferencias de armas a nuestro país, las restricciones, son una invitación a Rusia para que ataque una y otra vez».